Redacción: Guicel Garrido
El Sernanp lidera una exitosa jornada de reintroducción de la taricaya (Podocnemis unifilis) en la cuenca del río Callería.
En un acto esperanzador que simboliza el compromiso con la biodiversidad, más de 6.500 crías de tortugas taricayas han sido liberadas recientemente en la cuenca del río Callería, en la Amazonía peruana. Esta masiva reintroducción forma parte de un robusto programa de conservación liderado por el Servicio Nacional de Áreas Naturales Protegidas por el Estado, buscando asegurar la supervivencia de esta especie de agua dulce catalogada como vulnerable.
La taricaya enfrenta serias amenazas, incluyendo la extracción ilegal de huevos, el consumo desmedido de su carne, el tráfico de fauna silvestre y la creciente degradación de su vital hábitat acuático. Por ello, esta iniciativa integra la investigación científica, la educación ambiental y, fundamentalmente, el compromiso activo de las comunidades locales e indígenas.
La liberación es la culminación del Plan de Manejo para la recuperación de la taricaya, desarrollado desde julio. Residentes de zonas de amortiguamiento y comunidades como Patria Nueva, Nuevo Saposoa y Monte Sinaí han sido actores clave. Su participación abarcó desde la recolección de huevos en playas naturales, la incubación segura en áreas protegidas o playas artificiales, hasta la vigilancia constante de las crías hasta el momento de su liberación.
Del total reintroducido, 4.450 crías encontraron su nuevo hogar en las aguas del Parque Nacional Sierra del Divisor, un vasto territorio entre Ucayali y Loreto. Las más de 2.000 crías restantes fueron liberadas en zonas comunales, reflejando un esfuerzo que une la gestión estatal con la acción local. Estas liberaciones, ejecutadas entre octubre y noviembre, destacan la dedicación sostenida de las comunidades en la protección de su entorno natural.
El impacto del programa va más allá del número de individuos liberados. Más de 200 estudiantes de instituciones educativas locales participaron en talleres de sensibilización, aprendiendo el valor intrínseco y ecológico de la fauna silvestre. Este enfoque educativo busca cimentar una cultura de respeto y conservación, fortaleciendo el vínculo vital entre la juventud y su entorno amazónico.
Las tortugas taricayas son mucho más que una especie carismática; son indicadores ecológicos cruciales. Su monitoreo ofrece datos clave sobre la salud de los ecosistemas acuáticos, permitiendo detectar a tiempo alteraciones en la calidad del agua y los cambios en sus hábitats.
La jornada de reintroducción fue posible gracias a una alianza estratégica entre Sernanp, la Jefatura del Parque Nacional Sierra del Divisor, la Gerencia Regional Forestal y de Fauna Silvestre de Ucayali, instituciones educativas y ONGs como Fronterra.
Además de su impacto ambiental, los programas de recuperación de taricayas están generando ingresos económicos y promoviendo alternativas de turismo vivencial para las comunidades.
Este enfoque integral demuestra que la preservación de la especie puede ir de la mano con el desarrollo social y el fortalecimiento del tejido comunitario. El objetivo a futuro es claro: repoblar cuencas clave como el Nanay y la Reserva Nacional Pacaya Samiria, garantizando la supervivencia de la taricaya e impulsando una educación ambiental verdaderamente transformadora.

¿Te gustó nuestra nota? ¡Contáctanos y deja tu comentario! AQUÍ
Conoce nuestra red ANCOP Network AQUÍ














