MaJo Gutiérrez
Los vecinos de Tula de Allende cuestionaron en reunión con autoridades la premura para impulsar el Parque Ecológico y de Reciclaje, y exigieron la publicación de la Manifestación de Impacto Ambiental. La falta de respuesta y la exclusión de ambientalistas aumenta la desconfianza sobre el impacto del proyecto.
Vecinos de la zona centro de Tula de Allende sostuvieron una tensa reunión con servidores públicos del gobierno de Hidalgo para recibir información sobre la construcción del propuesto Parque Ecológico y de Reciclaje, un proyecto que abarcaría los municipios de Atitalaquia, Tlaxcoapan y Tula de Allende. José Ángel Hernández, representante de la Subsecretaría de Desarrollo Político, expuso los proyectos de restauración ecológica en curso, como la trituración del lirio acuático en la presa Endhó y el revestimiento de canales. Sin embargo, la atención se centró rápidamente en el nuevo Parque, cuya “premura” en la construcción fue cuestionada directamente por los vecinos, quienes temen que la región se convierta en un nuevo receptor de residuos.
La principal preocupación de los habitantes radica en la situación hídrica y de saneamiento que ya enfrenta la zona. Los vecinos hicieron un llamado urgente a la problemática del río Tula y la llegada constante de aguas negras provenientes de la Ciudad y el Estado de México, lo que los llevó a advertir categóricamente que no están dispuestos a recibir más desechos de ninguna índole. Esta desconfianza se intensificó por la opacidad en la información relativa al proyecto. Los asistentes cuestionaron la razón por la que el gobierno no ha hecho pública la Manifestación de Impacto Ambiental (MIA), un documento esencial para evaluar los riesgos del parque. La respuesta del representante estatal, quien mencionó no haberle dado seguimiento al estatus de la MIA en Semarnat, solo generó más dudas entre los ciudadanos.
La desconfianza no solo se limitó al contenido del proyecto, sino también a la forma en que se están llevando a cabo las consultas. Los vecinos de Tula denunciaron que las reuniones con el gobierno han sido sectorizadas y han ignorado intencionalmente a los ambientalistas de la región, un hecho que, a su juicio, aumenta la opacidad. De hecho, a pesar de que el Secretario de Gobierno de Hidalgo, Guillermo Olivares Reyna, ha sostenido encuentros con autoridades locales para exponer el proyecto, los vecinos han reportado que estas reuniones han sido realizadas “a escondidas y a puerta cerrada”.
En este contexto de falta de transparencia y temor a recibir más desechos, los vecinos de Tula de Allende y los municipios circundantes se mantienen vigilantes. Consideran que la negativa a mostrar la Manifestación de Impacto Ambiental y la exclusión de voces críticas en los encuentros sectorizados son acciones que buscan minimizar el debate público. La comunidad exige que la información sea accesible y que se tomen en cuenta las advertencias sobre la saturación ambiental que ya padece la región de Tula, antes de dar cualquier paso hacia la construcción del nuevo Parque Ecológico y Reciclaje.
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