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¡Alerta! La contaminación ambiental podría ser mortal, especialmente para niños y adultos mayores

Redacción Laura**

El aire que respiramos no es tan limpio como quisiéramos. La contaminación ambiental, que es la presencia de sustancias perjudiciales en el aire, agua y suelo, se ha convertido en una de las principales amenazas para la salud global, afectando en particular a los más vulnerables: niños en desarrollo, adultos mayores y personas con afecciones respiratorias previas. 

La Organización Mundial de la Salud (OMS) ha señalado que la activación de una contingencia es una medida adoptada cuando la salud humana se encuentra en peligro debido a la baja calidad del aire. Esta situación surge cuando se registra una alta concentración de contaminantes ambientales, que pueden actuar silenciosamente en nuestro cuerpo. 

En algunas regiones, las alertas por alta contaminación son habituales. Un ejemplo es la Ciudad de México, que ha instaurado el programa «Hoy No Circula» como una estrategia para reducir las emisiones tóxicas provenientes de vehículos y, de esta manera, proteger la salud de sus habitantes. 

¿Quiénes son los más afectados por la contaminación? 

Aunque todos estamos expuestos, hay grupos que son especialmente sensibles a los efectos de los contaminantes: 

  • Personas con enfermedades respiratorias: Aquellos con asma u otras afecciones pulmonares pueden experimentar exacerbaciones debido a la mala calidad del aire. 
  • Niños: Durante su desarrollo físico, están en mayor riesgo de sufrir daños por el aire contaminado. 
  • Adultos mayores: La disminución natural en la eficiencia de los órganos con la edad los hace más susceptibles a los contaminantes. 

Impacto de la contaminación en la salud 

Los contaminantes atmosféricos pueden tener varios efectos negativos en la salud humana. Uno de los principales problemas es que afectan directamente el sistema respiratorio, reduciendo la función pulmonar y causando irritación. 

El monóxido de carbono es especialmente peligroso, ya que impide el adecuado transporte de oxígeno a nuestras células. Esto puede manifestarse en síntomas como mareos, náuseas, dolores de cabeza e incluso estados de inconsciencia. 

Para los niños, los riesgos son aún mayores. La exposición al plomo, un contaminante común en el aire, puede afectar el sistema nervioso. Cuando se acumula en el cerebro, puede generar alteraciones en el comportamiento y el aprendizaje. 

Con estos datos en mano, es crucial que las autoridades y la sociedad civil trabajen en conjunto para enfrentar y mitigar los efectos de la contaminación ambiental, protegiendo así la salud y bienestar de todos. 

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