En los últimos cinco años, América Latina ha visto un notable aumento en la cantidad de edificios de oficinas clase A que cuentan con certificación verde. Según un informe de JLL México, aproximadamente el 63% de estos edificios nuevos ahora cumplen con los estándares de sostenibilidad. Este incremento es una respuesta a la creciente demanda de espacios que no solo sean modernos y eficientes, sino también respetuosos con el medio ambiente.
Las ciudades líderes en esta transición hacia la sostenibilidad incluyen Bogotá, Buenos Aires, Guadalajara, Lima, Medellín, Ciudad de México, Monterrey, Montevideo, Río de Janeiro, Santiago y São Paulo. Estos centros urbanos han adoptado con entusiasmo las certificaciones LEED, EDGE y BOMA, que garantizan que los edificios sean energéticamente eficientes y tengan un menor impacto ambiental.
A pesar del progreso, la región todavía enfrenta varios desafíos. Ruth Corona, directora de Sustentabilidad para México en JLL, destaca que uno de los principales obstáculos es la falta de políticas públicas robustas, como los impuestos al carbono, que han sido implementados en algunos estados pero no a nivel federal. Sin estas políticas, el avance hacia una mayor sostenibilidad se ve limitado.
El impulso hacia la certificación verde en América Latina se debe en gran medida a la presencia de empresas multinacionales que tienen compromisos de reducción de emisiones y sostenibilidad a nivel global. Estas empresas buscan oficinas que no solo sean modernas, sino que también ayuden a reducir su huella de carbono, cumpliendo con los estándares de eficiencia energética y uso de energías renovables.
Los edificios con certificación verde son diseñados para minimizar el consumo de energía y agua, reducir la emisión de gases de efecto invernadero y fomentar el uso de materiales sostenibles. Esto no solo ayuda a proteger el medio ambiente, sino que también crea espacios de trabajo más saludables y productivos para sus ocupantes.
Además del impacto ambiental positivo, los edificios sostenibles tienden a tener un mayor valor de mercado. Los propietarios y desarrolladores inmobiliarios que invierten en estas certificaciones pueden beneficiarse de una mayor demanda y precios de alquiler más altos. Los inquilinos también se benefician al reducir sus costos operativos gracias a la eficiencia energética de estos edificios.
El futuro de la construcción sostenible en América Latina promete ser aún más innovador. Las nuevas tecnologías y prácticas de construcción verde están en constante evolución, permitiendo la creación de edificios que son no solo más eficientes, sino también más inteligentes. La integración de sistemas de gestión de energía y el uso de materiales reciclados son solo algunas de las tendencias emergentes en este sector.
La colaboración entre los gobiernos, el sector privado y las organizaciones no gubernamentales será crucial para acelerar el avance hacia la sostenibilidad. Iniciativas regionales y acuerdos internacionales pueden ayudar a establecer estándares más altos y fomentar la adopción de prácticas sostenibles en toda la región.
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