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Amnistía Internacional pide a líderes de la COP28 proteger derechos humanos  

Amnistía Internacional ha pedido a los líderes y lideresas que asisten a la cumbre del clima COP28 en Emiratos Árabes Unidos (EAU) que pongan los derechos humanos en el centro acordando eliminar gradualmente y con rapidez los combustibles fósiles, garantizar la participación plena y libre de la sociedad civil en la reunión, y presionar al gobierno de EAU para que excarcele a las personas disidentes. 

“En este momento de agitación extrema, cuando nuestras ideas se centran en responder eficazmente al sufrimiento de la población en Gaza e Israel, Sudán y demasiadas partes del mundo más, podría ser tentador retrasar el afrontamiento de la crisis climática. Sería un error. La inacción, cuando nuestro clima se calienta a un ritmo sin precedentes y están en juego los derechos de miles de millones de personas, no es una opción”, dijo Agnès Callamard, secretaria general de Amnistía Internacional. 

Los líderes y lideresas que asisten a la COP28, explicó la secretaria general, deben enfrentarse al lobby de los combustibles fósiles y alejarnos del empeoramiento de la catástrofe climática y de derechos humanos. La única forma segura de evitar esta calamidad es que los Estados que asisten a la COP28 acuerden poner fin con rapidez a la producción y uso de combustibles fósiles, ayudar a recuperarse de pérdidas y daños a las personas más afectadas por el cambio climático, y acelerar una transición justa a energías renovables. 

“Defender los derechos a la libertad de expresión, reunión pacífica y asociación es esencial para alcanzar estos objetivos en el contexto de una cumbre del clima inclusiva. Estas son también obligaciones cruciales de EAU en el ámbito de los derechos humanos,” comentó Callamard, secretaria general de Amnistía Internacional. 

A través de un comunicado expresó que están pidiendo a todos los participantes que presionen a Emiratos Árabes Unidos para que garantice la participación plena, libre y justa de la sociedad civil, y lleve a cabo reformas significativas en materia de derechos humanos más allá de la COP28. Estas reformas deben incluir también excarcelar a todas las personas disidentes de EAU, poner fin a la detención arbitraria y a los juicios injustos, detener toda la vigilancia digital ilegítima y despenalizar las relaciones entre personas del mismo sexo. 

A Amnistía Internacional, aclaró, le preocupa que el sector de los combustibles fósiles, que proporciona una enorme riqueza a relativamente pocas personas, intente obstaculizar un progreso significativo en la COP28. El presidente de la cumbre, Sultan al Jaber, también dirige ADNOC, la empresa petrolera estatal de EAU, lo que aumenta la preocupación de que la COP28 haya sido tomada por los intereses de los combustibles fósiles antes de empezar siquiera. Al Jaber debe renunciar a su función en ADNOC, que constituye un conflicto de intereses descarado y menoscaba la credibilidad de la cumbre. 

El sector de los combustibles fósiles y muchos Estados, de acuerdo con la directora de la organización, quieren que todo siga como si no ocurriera nada y tienen la intención de hacernos creer que la respuesta al calentamiento global son unas soluciones técnicas no probadas con potencial de causar daños en el medioambiente, como la captura y el almacenamiento de carbono. 

Muchas de las mayores empresas de petróleo y gas, con el apoyo de gobiernos de todo el mundo, planean ampliar la producción sobre la premisa de que estas soluciones no probadas eliminarán mágicamente el problema en algún momento del futuro. Hay que resistirse a esto. Los gobiernos tienen la obligación de comprometerse con medidas significativas para proteger nuestros derechos humanos, no con unas estrategias mal planteadas para proteger los beneficios de la minoría rica que más se beneficia del sector de los combustibles fósiles. 

Seguir explotando el petróleo, el gas fósil o el carbón calentará aún más nuestro sobrecalentado planeta, causando más devastación y prolongando el sufrimiento. Todos los recursos de combustibles fósiles actualmente sin explotar deben permanecer para siempre bajo tierra; hacen falta medidas urgentes para hacer una transición equitativa a fuentes sostenibles de energía. La COP28 debe asimismo reafirmar su compromiso de intentar limitar el aumento de la temperatura global este siglo a 1,5 ºC para evitar las peores repercusiones del cambio climático. 

Concluye aclarando que el año 2023 va camino de ser, con diferencia, el año más caluroso del que se tiene registro. Los daños del calentamiento global son cada vez más evidentes y causan un aumento de la frecuencia y la gravedad de fenómenos meteorológicos extremos e intensifican fenómenos de aparición lenta como las sequías, la desertificación y la subida del nivel del mar. 

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