Quisiera empezar por decir que lo externado hoy aquí no es un regaño, un juicio o una crítica, no es esa mi intención ni mi pretensión, mucho menos el que te sientas lastimado, agredido u ofendido. Me encantaría que tomaras lo que voy a decirte a continuación como una intervención de un viejo amigo o de alguien muy querido por ti, que está viendo desde afuera como te vas a estrellar y quiere de alguna forma prevenirte (si es que de algo pudiera servir o valer), y aunque sé perfecto que externar un consejo no pedido o dar una opinión no solicitada es una práctica violenta voy a tomar el riesgo pidiéndote que lo que leas hoy le des 5 minutos al menos para con tranquilidad reflexionarlo.
Habiendo externado la advertencia anterior, quisiera plantearte la siguiente pregunta: ¿Qué tan consciente eres de que lo que haces tiene un efecto en tu vida, en tus relaciones, en los resultados que obtienes?
Es probable que de inmediato digas que sí, pero ¿te ha pasado que en algún momento te sorprendes de lo que te sucede y piensas que no tuviste nada que ver con ello?
Dale una pensada con más detenimiento… ¿qué tan consciente eres de que cada decisión o acción que realizas (o no) en tu día a día en algún momento se refleja en algo o tiene un efecto?
Quiero ponerte sobre la mesa varios escenarios (por poner unos ejemplos):
* Te duele la muela, sabes que tienes una caries y que urge ir al dentista, pero… no vas…
*Quieres mejorar tu salud, tienes un diagnóstico médico que requiere seguir ciertas indicaciones y tratamientos, pero… no te apegas al tratamiento, no vas a las consultas, no le das seguimiento…
*Tienes una pareja, familia y amigos, te encantaría que esas relaciones fueran sanas, fuertes, duraderas, amorosas, divertidas y maravillosas, pero… las descuidas, no les prestas atención ni les dedicas tiempo, no te esfuerzas por mejorar esos aspectos de ti que dificultan, entorpecen o enrarecen el vínculo…
*Quieres finanzas sanas que te permitan vivir un poco más tranquilo (al menos por esa parte), sabes que tienes que hacer un presupuesto y seguirlo, pero… no lo sigues…
*Sabes que a tu salud mental le caería bien soltar algunas situaciones, pasar más tiempo contigo y con la gente que te ama y que amas, pero… no ordenas, no priorizas, no vas a terapia …
*Quieres echar a andar tus proyectos, esos que requieren invertir tiempo y esfuerzo de tu parte, pero… tu dedicas tu tiempo y energías a cosas, personas y proyectos que no te interesan en realidad, que te desgastan, que no aportan o te alejan de lo que deseas…
*Quieres reconocimiento o promoción laboral o estar en un ambiente laboral armónico, pero… haces lo mínimo, tienes mala actitud para con los demás, te prestas al chisme o a hablar mal de los compañeros, llegas tarde, interrumpes el trabajo de los demás o no lo respetas, haces bromas o comentarios inapropiados, no eres amable…
La verdad es que hay muchas cosas que no están en nuestras manos, pero de lo que sí, ¿qué es lo aportamos? ¿Qué es lo que damos? ¿Qué es lo que hacemos?
Proponte “darte una miradita”, revisar tus conductas ¿qué es lo que tu aportas a tu vida y cómo esto influye en los resultados que obtienes?
No es juicio, critica o regaño, es una llamada de atención, revisa qué es lo que aportas, lo que das, lo qué haces. Sé que en el fondo de nuestro comportamiento hay múltiples explicaciones, razones y motivaciones, y que si bien es importante conocerlas, trabajarlas y darles su lugar, requerimos también ponernos un alto y tomar acción sobre aquello que se necesita cambiar para obtener otros resultados.
De muchos temas podríamos irnos al fondo y trabajar por ejemplo el autocuidado, los límites, la comunicación efectiva y asertiva, estrategias para el clima laboral, etc., etc., etc., pero si tú no te detienes y te llevas al dentista a tratarte la muela, haces una cita a la semana con tu pareja y la cumples, dejas de comprar cosas que no necesitas y llegas a tiempo a tus compromisos laborales, la situación será la misma y podría ir empeorando.
Pon en tu radar que lo que haces y no haces tiene consecuencias, que no nos pase como el dicho aquel de “busca trabajo pidiéndole a Dios no encontrarlo”.
Y tú ¿qué resultados estás obteniendo de tu actuar?
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