Redacción: Guicel Garrido
La adopción de energías renovables en Australia ha presentado retos para la estabilidad de sus sistemas eléctricos. Lo que comenzó como una solución factible en la autosuficiencia energética, se ha transformado en un desafío técnico. Y es que la proliferación de paneles solares ha provocado un excedente de energía tan sustancial que las autoridades se ven obligadas a intervenir para prevenir sobrecargas en la red.
Los paneles solares han resultado una implementación efectiva en términos sostenibles, pero su mantenimiento representa una revisión constante en la infraestructura y las políticas energéticas del país. Estos sistemas representan casi un tercio de las viviendas unifamiliares, lo que ha convertido a Australia en un gigante de la energía renovable. Sin embargo, esta gran demanda genera un exceso de energía nunca antes visto.
El motivo de esta problemática radica en la capacidad de la red eléctrica para neutralizar la oferta y demanda en tiempo real. Esto sucede principalmente porque en días soleados y frescos la generación de energía se vuelve excesiva, una situación contraproducente que ocasiona un colapso en los sistemas que tiene como consecuencia una disminución peligrosa en los niveles de energía.
En consecuencia, Australian Energy Market Operator (AEMO) emitió advertencias debido a la posible caída de la demanda de electricidad en Victoria a mínimos históricos. Esta situación podría poner en riesgo la seguridad del suministro eléctrico, por lo que se requieren medidas extraordinarias para prevenir un colapso de la red.
Para evitar sobrecargas y apagones, Aemo ha tenido que desactivar temporalmente paneles solares de los tejados y limitar la cantidad de excedente que pueden enviar a la red. De igual forma, han tomado en cuenta la posibilidad de reactivar líneas de transmisión fuera de servicio y han solicitado a la población que sea propietaria de grandes baterías, vaciar sus sistemas para permitir que el exceso de energía solar se almacene.