Aragón avanza con una de sus iniciativas ambientales más ambiciosas: el Plan de Reforestación de Aragón 2024-2027, que este otoño e invierno impulsa nuevas plantaciones en zonas especialmente vulnerables a la erosión. Entre ellas destaca el Monte de Utilidad Pública 250 ‘El Cierzo’, en Tarazona, un espacio estratégico entre los ríos Alhama y Queiles. Autoridades regionales han supervisado los trabajos de restauración forestal que buscan fortalecer la cobertura vegetal, mejorar la salud del suelo y aumentar la resiliencia de los ecosistemas frente al cambio climático
El consejero de Medio Ambiente y Turismo del Gobierno de Aragón, Manuel Blasco, ha visitado este lunes las actuaciones que se están desarrollando dentro del marco del PREA en este monte, donde se llevan a cabo trabajos estratégicos de restauración forestal destinados a reforzar la cobertura vegetal, mejorar la fertilidad del suelo y aumentar la resiliencia de los ecosistemas frente al cambio climático, ha informado el Ejecutivo.
Durante la visita al Monte Cierzo, el consejero Manuel Blasco estuvo acompañado por la directora general de Gestión Forestal, Ana Oliván; el jefe del Servicio de Planificación y Gestión Forestal, Enrique Arrechea; el director del Servicio Provincial de Medio Ambiente y Turismo de Zaragoza, Ignacio Pérez-Soba; y el ingeniero técnico responsable del proyecto, Álvaro Hernández. También acudió personal de la empresa encargada de las obras. El alcalde de Tarazona, Tono Jaray, agradeció el compromiso del Gobierno de Aragón con la repoblación de la zona.
Blasco expresó su satisfacción por el avance del Plan de Reforestación de Aragón (PREA), al que calificó como una apuesta “muy ambiciosa”. Recordó que ya se han intervenido 1.300 de las 2.000 hectáreas previstas. Actualmente, hay 800.000 hoyos listos para plantar 800.000 árboles en diversos puntos de Aragón durante este otoño e invierno.
La directora general Ana Oliván explicó que las plantaciones aprovechan la humedad del terreno en áreas con escasa vegetación, con el fin de crear una cubierta más robusta y eficaz en la captura de CO₂. Además, destacó que se emplean especies autóctonas adaptadas al ecosistema local. En el Monte Cierzo se ejecutan dos actuaciones complementarias que permitirán restaurar más de 196 hectáreas degradadas, con una inversión conjunta de 729.500 euros.
En la cuenca del río Alhama se actúa sobre 79,4 hectáreas del paraje de La Pacín, donde se incorporan más de 71.000 plantas, principalmente pino carrasco, encina, coscoja, sabina y azarollo. A ello se suma la reposición de marras realizada en primavera para garantizar el éxito de una repoblación previa en 91,8 hectáreas de La Peña y Alto de la Muga. Paralelamente, en la cuenca del Queiles se reforestan 117 hectáreas adicionales con más de 105.000 ejemplares de las mismas especies.
Estas intervenciones buscan consolidar una masa forestal que proteja el suelo, favorezca la infiltración del agua, mejore la biodiversidad y contribuya a la mitigación del cambio climático mediante la captura de CO₂. Monte Cierzo es considerado un referente histórico en restauración ambiental: desde 1945 ha sido objeto de numerosos proyectos que han permitido reforestar más de 2.850 hectáreas, lo que equivale al 35% de su superficie pública.
El PREA contempla la reforestación de al menos 2.000 hectáreas y la plantación de más de dos millones de árboles en cuatro años, generando empleo en zonas rurales y fortaleciendo el papel de los ayuntamientos en la gestión del territorio. Hasta ahora, la inversión contratada asciende a 4 millones de euros, con 1,3 millones ya ejecutados. Además, la Dirección General de Gestión Forestal prepara una exposición itinerante que, a partir de diciembre, recorrerá los municipios involucrados para divulgar los objetivos del plan y la importancia de la restauración forestal en Aragón.

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