Redacción: Inés Arroyo
Con la llegada de la temporada de tormentas, los expertos advierten sobre un riesgo que muchas personas subestiman: ducharse o bañarse durante una tormenta eléctrica. Aunque estés dentro de casa, el peligro es real.
Los rayos pueden impactar la vivienda y propagarse a través de las tuberías y el agua corriente, que son excelentes conductores de electricidad. Una persona en contacto con el agua puede recibir una descarga eléctrica grave.
Las tuberías metálicas facilitan la transmisión de la electricidad, y aunque sean de plástico, el agua aún puede conducirla si hay tramos conectados a metal u otros sistemas de la casa.
Los riesgos son graves: paros cardíacos, daño cerebral, quemaduras y espasmos musculares que pueden provocar ahogamiento en la bañera.
Organismos como el National Weather Service, la American Red Cross y la Mayo Clinic recomiendan:
- No bañarse ni ducharse durante tormentas.
- Evitar lavar platos o usar lavadoras.
- Mantener distancia de tuberías, grifos y aparatos eléctricos.
Aunque el rayo caiga a cientos de metros, la electricidad puede llegar hasta el interior de la vivienda. Por eso, la prevención es esencial: evita el contacto con agua hasta que la tormenta haya pasado.