Redacción: Dania Cruz
El artefacto que fue identificado preliminarmente como un tanque presurizado con restos de fósforo, eran partes del propulsor Super Heavy o del cohete Starship, perteneciente a la empresa estadounidense Space X, propiedad del magnate Elon Musk.
Elon Reeve Musk es un empresario, inversor, activista político conservador y magnate, es el fundador, consejero, delegado e ingeniero en jefe de la empresa Space X y director general y arquitecto de productos Tesla.
El 27 de mayo pasado, la compañía aeroespacial ubicada en el extremo sur de Texas realizó su novena prueba de lanzamiento de la nave Starship, el cohete de 123 metros de largo no alcanzo el objetivo principal, debido a que la nave perdió el control y se desintegró en el espacio, mientras que el propulsor Super Heavy descendió en algún punto del Golfo de México de manera catastrófica. La nave de lanzamiento fue localizada a unos 10 kilómetros de Playa Bagdad, en el estado de Tamaulipas en línea recta sobre la costa.
El fósforo presente en el tanque ubicado en la zona de Playa Bagdad particularmente en su forma blanca reacciona intensamente al entrar en contacto con el oxígeno, lo que pueden provocar graves quemaduras en la piel y constituye también un peligro para el medio ambiente. La inhalación de este químico puede dañar los órganos internos especialmente el hígado, los riñones y el sistema nervioso, las pequeñas cantidades pueden ser letales si logran entrar al cuerpo. Si no se logró controlar o manejar el fósforo puede llegar a contaminar cuerpos de agua y afectar la fauna marina y su degradación en ambientes naturales es lenta y peligrosa.
La empresa aeroespacial de Musk ha puesto en riesgo el equilibrio ecológico, y amenazando a la vida animal pero también la de los seres humanos. La localización del tanque con presuntos restos de fósforos y otros materiales de basura espacial han interrumpido la paz habitual de la Playa Bagdad. En la playa hay voluntarios que han recolectado desechos desde 17 tanques metálicos, así como más de dos toneladas de plástico y materiales sintéticos dispersos en el mar. El evento ha generado una preocupación entre las organizaciones ambientalistas y las autoridades, ya que la organización dedicada a la conservación de la tortuga marina Lora menciona que este suceso podría traer consecuencias graves para los ecosistemas del Golfo de México y podrían afectar la supervivencia de las crías de las tortugas por los residuos de plásticos yan que las tortugas están en su etapa temprana y buscan alimentarse lo que aumenta el riesgo de ingerir fragmentos de los plásticos y contraiga consecuencias letales y fatales.
La empresa Space X se ha comprometido a realizar tareas de limpieza, las cuales estarán a cargo de una empresa especializada en recuperación de residuos en las zonas costeras.
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