El Centro de Investigación y Desarrollo de Cannabis Medicinal, Acuicultura y Agroecología (CIDCaM) junto con el Instituto de Investigaciones en Catálisis y Petroquímica (INCAPE) del Conicet, han innovado en el campo de la construcción. A través de una reciente investigación, han desarrollado un biomaterial a partir de la combinación de fibra de Cáñamo, cáscara de maní y el hongo Pleurotus Ostreatus. Este novedoso material se postula como un potencial panel de aislación térmica y acústica para el sector constructivo.
Dentro del marco del Grupo de Investigación en Compuestos de Interés Industrial y Catálisis (GICIC), se ha identificado que los biomateriales basados en el micelio de hongos se distinguen por su estructura miceliar y su capacidad de aprovechar sustratos lignocelulósicos, tales como residuos agrícolas del cannabis y maní. Las evaluaciones iniciales muestran densidades ideales para productos destinados tanto al aislamiento térmico como al embalaje.
Uno de los hallazgos más relevantes de la investigación es que al combinar cáñamo y cáscara de maní se consigue un aumento en la resistencia del biomaterial.
Por otra parte, el cáñamo contribuye significativamente a la resistencia térmica del compuesto.
El CIDCaM, más allá de la innovación en biomateriales, ha resaltado la trascendencia de estas colaboraciones con la comunidad científica en pro del cuidado ambiental. Se busca con ello no solo avanzar en la ciencia, sino también en propuestas sostenibles, dando un nuevo uso a residuos de cannabis y apoyando la economía circular de la región.
En un apartado relacionado, desde julio de 2022, el CIDCaM ha emprendido investigaciones sobre el cultivo experimental de cáñamo con miras a producir aceites medicinales estandarizados de alta calidad en la provincia.
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