Marlone Serrano
El proyecto del Parque Ecológico y de Reciclaje en Tula promete transformar la gestión de residuos en Hidalgo, eliminando gradualmente 450 tiraderos a cielo abierto y creando espacios verdes, áreas de innovación y nuevos empleos. Autoridades estatales y federales aseguran que esta iniciativa marcará un antes y un después en la calidad ambiental de la región.
A 11 días de la consulta ciudadana que definirá el futuro del Parque Ecológico y de Reciclaje en Tula, autoridades estatales y federales expusieron los alcances ambientales, sociales y económicos del proyecto, el cual ha generado resistencia entre sectores de la población y algunos asambleístas de la región. La titular de la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat), Alicia Bárcena Ibarra, encabezó la conferencia en la que detalló que el ejercicio participativo se realizará el 14 de diciembre, de 8:00 a 15:00 horas, en los municipios de Tula de Allende, Atitalaquia y Tlaxcoapan.
Bárcena subrayó que, de aprobarse la iniciativa, en enero de 2026 comenzarían las adecuaciones al predio propiedad de Pemex, donde se planea instalar un complejo de economía circular dividido en dos grandes áreas: un parque ecológico de 40 hectáreas y un parque de reciclaje de 30 hectáreas. El predio completo cuenta con 680 hectáreas, aunque solo se utilizará una parte para el proyecto.
La funcionaria federal destacó que el parque ecológico incluirá espacios de regeneración ambiental y convivencia pública, como un vivero de especies nativas, un humedal para mejorar la gestión hídrica y zonas recreativas. Por su parte, el parque de reciclaje integrará una planta separadora de residuos, áreas especializadas para el manejo de materiales orgánicos, plásticos, llantas, papel, cartón y cascajo, además de un centro de investigación e innovación tecnológica. En conjunto, el desarrollo generaría alrededor de 500 empleos directos e indirectos.
Uno de los beneficios más relevantes, afirmaron las autoridades, será la eliminación gradual de 450 tiraderos a cielo abierto en 14 municipios hidalguenses, incluido el de Tula de Allende, que actualmente recibe 500 toneladas de basura diarias de la región. Sin embargo, aclararon que los resultados en la reducción de contaminación no serán inmediatos. José Luis Samaniego, subsecretario de la Semarnat, señaló que los efectos positivos en aire, agua y suelo se reflejarán de manera progresiva.
La inversión estimada para el proyecto asciende a mil 300 millones de pesos para la planta de reciclaje y 420 millones para el parque ecológico. Mientras que la Semarnat financiará este último, para las instalaciones industriales se buscará participación de capital privado, nacional e internacional. Bárcena enfatizó que se trata de un modelo probado en otros estados y que no representa un experimento improvisado.
En su intervención, el gobernador Julio Menchaca Salazar llamó a la población a participar en la consulta y afirmó que algunos rechazos responden a intereses políticos. Aseguró que ningún gobierno impulsaría un proyecto que perjudique a la ciudadanía y reiteró la “bondad ambiental” de la propuesta, al advertir que la recuperación de la región tardará muchos años debido al deterioro acumulado.
El secretario de Gobierno, Guillermo Olivares Reyna, informó que se instalarán 68 casillas en 35 secciones electorales y que el Instituto Estatal Electoral de Hidalgo será el encargado de organizar la jornada y difundir los resultados. Aseguró además que el ejercicio no generará costo para el estado. Autoridades federales y estatales coincidieron en que la decisión final deberá centrarse en el bienestar ambiental y social de los más de 600 mil habitantes que serían beneficiados.
La consulta del 14 de diciembre será determinante para definir si Hidalgo avanza hacia la consolidación de su primer gran proyecto de economía circular o si la iniciativa se pospone ante las divisiones y dudas que persisten en la zona.
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