La ministra brasileña de Medio Ambiente y Cambio Climático, Marina Silva, lidera el impulso del país hacia la sostenibilidad y el desarrollo sostenible.
Brasil está dando un paso adelante en la lucha contra la crisis climática con su nueva política ambiental. La ministra de Medio Ambiente y Cambio Climático, Marina Silva, ha reiterado el compromiso del país con el fortalecimiento de las políticas ambientales y la promoción de la Agenda 2030 de las Naciones Unidas para el Desarrollo Sostenible.
Consciente de que el cambio climático es el mayor desafío global que enfrenta la humanidad, el gobierno brasileño está liderando la lucha internacional contra esta crisis. Como parte de este compromiso, el antiguo Ministerio de Medio Ambiente ha sido renombrado como Ministerio de Medio Ambiente y Cambio Climático, subrayando la importancia de abordar este desafío de manera integral.
A nivel nacional, Brasil está adoptando medidas para fortalecer la gobernanza climática y promover una acción coordinada en todos los niveles de gobierno, desde el federal hasta el estatal y municipal. La creación del Consejo Nacional de Cambio Climático, dirigido por el presidente de la República y con la participación de varios ministerios, la sociedad civil y representantes de los estados y municipios, jugará un papel central en la definición de las políticas climáticas del país.
Esta nueva dirección política muestra el compromiso de Brasil con el medio ambiente y el desarrollo sostenible. El país busca establecer una estructura institucional sólida que facilite la implementación de políticas integradas para generar ingresos, gestionar los recursos naturales y apoyar a las comunidades tradicionales.
En este sentido, Brasil revisará y revitalizará el Plan de Acción para la Prevención y Control de la Deforestación en la Amazonia Legal (PPCDAm), que en el pasado logró reducir la deforestación en un impresionante 83%. El PPCDAm servirá como modelo para planes de prevención y control adaptados a los diferentes biomas del país.
Además, Brasil se compromete a liderar el camino hacia la deforestación cero para el año 2030, con una estrategia basada en el monitoreo y control, la organización agraria y territorial, la promoción de actividades productivas sostenibles y el fortalecimiento de los instrumentos regulatorios y económicos.
Para respaldar estas iniciativas, el Gobierno brasileño ha anunciado la reactivación del Fondo Amazonía, liberando más de 3.000 millones de reales (aproximadamente 550 millones de dólares) que estaban retenidos desde 2019. El Fondo priorizará el apoyo a las poblaciones indígenas y la lucha contra los delitos ambientales. Además, Brasil buscará cooperación e inversiones de diversas fuentes, tanto públicas como privadas, para apoyar sus ambiciosas acciones en materia forestal y climática.
El compromiso de Brasil va más allá de sus fronteras, ya que busca liderar a través del ejemplo y promover la cooperación internacional. Reconoce que se necesitará apoyo y colaboración en forma de inversión, cooperación sur-sur, cooperación trilateral e investigación científica para alcanzar un desarrollo sostenible que genere riqueza sin destruir el medio ambiente.
Brasil entiende que no hay forma de enfrentar el cambio climático sin su participación activa y está dispuesto a contribuir con conocimientos y experiencias para superar las grandes crisis y alcanzar un nuevo equilibrio, prosperidad y paz en el mundo.
La nación sudamericana se convierte así en un protagonista clave en la lucha contra el cambio climático, demostrando su compromiso con la preservación de la naturaleza y su determinación de liderar acciones globales para enfrentar este desafío sin precedentes.
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