Descansa compañero, deja caer la arena entre tus cibernéticas falanges, invisibles y frágiles, disfruta del canto de gaviotas y sirenas mientras el sol se pone, libérate del yugo que tú mismo ayudaste a crear con herramientas que solo tú conoces.
Poema Windows, de Fernando Camacho
Estado: localizable
deja caer la arena
entre tus cibernéticas falanges,
invisibles y frágiles, disfruta
del canto de gaviotas y sirenas
mientras el Sol se pone,
libérate del yugo que tú mismo
ayudaste a crear con herramientas
Descansa, compañero,
deja caer la arena
entre tus cibernéticas falanges,
invisibles y frágiles, disfruta
del canto de gaviotas y sirenas
mientras el Sol se pone,
libérate del yugo que tú mismo ayudaste a crear con herramientashttps://www.linkedin.com/in/valmeg/
Hace unos meses, Cultura Impar tuvo la suerte de leer en LinkedIn, a la joven, pero siempre con interesantes ideas, Valeria Mena, head Hunter en puntotalento.com, y la verdad, pone puntos que son fuera de línea. De esas coas que se deben atesorar y llevar cada que se quiere romper el cerco con los jóvenes de ahora, que difícilmente aceptan las cosas a la primera (lo que sin duda se les aplaude).
Y esto va en concordancia al momento que se vive en el que la tecnología es protagonista de todo. Ya no es posible entender el día a día sin ello. Todo circula a partir de los elementos modernos que hacen interactuar en el 80 por ciento de las horas productivas. Videollamadas, reuniones a distancia, textos por mail o chat, la nube y su gran bodega de todo, absolutamente de todo.
Valeria Mena comenta: “cuando desarrollamos algún proyecto en nuestro trabajo diario tenemos la oportunidad de trabajar con un equipo diverso: Profesionales en posiciones de entrada, en posiciones de aprendizaje, así como profesionales senior
o directivos, entre otros. Y como bien dicen «cada cabeza es un mundo». Pero, no sólo el nivel de puesto nos hace diferentes”.
Sin embargo, el saber desarrollar un liderazgo para hacer las cosas bien, rebaza y por mucho, el uso de la tecnología. Tiene que ver con la actitud y la manera de decir, escribir, comentar o pedir las cosas. Un líder tiene ese don que lo lleva más allá frente a los demás.
Solo para ser breve: la mayoría de las veces, un líder no confronta, sugiere, propone o negocia una idea y su entorno para lograr un objetivo y concretar un proyecto. Un tóxico, solo cuestiona y discute sin ton ni son, solo por el “véanme, aquí estoy y sí sé de esto”, diría mi mamá.
La tecnología abrió de manera impresionante la brecha en el entorno laboral, lo que puede no parecer un problema, dice Mena, pero cada vez es más grande.
Un líder, lo que hace es aprovechar el conocimiento de esas diferentes generaciones, y rescatar el talento de cada uno de los que integran un equipo en específico.
Difícil de entender, pero no de lograr.
El secreto está en lo que los expertos mencionan, una y otra vez, para romper la línea entre el yo sé mucho y el yo soy el nuevo: olvida los prejuicios: «La edad solo es un número, no te define»
Subraya Valeria Mena: “Un líder que tiene bajo su cargo a personas de diversas generaciones debe ser mucho más abierto, receptivo y empático que cualquier otra persona del equipo”.
El talento fluye y saca adelante los proyectos. El aprendizaje mutuo, la tolerancia, la retroalimentación constante y la comunicación, son el secreto.
Difícil tarea, ¿no? Hasta eso hay que aprenderlo en el día a día.
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