Con una sólida apuesta por la energía verde y el desarrollo de alta calidad, China se ha posicionado en la vanguardia de la sostenibilidad mundial, marcando pautas en la transición energética global.
Según datos recientes de la Administración Nacional de Energía (NEA), China ha alcanzado un hito histórico en su capacidad de generación de energía renovable, superando por primera vez la capacidad instalada de energía a base de carbón. Las cifras son impresionantes: más de 1,300 millones de kilovatios provienen de fuentes limpias, con particular énfasis en la energía eólica y solar, que dominan globalmente con 389 y 470 millones de kilovatios, respectivamente.
Huang Runqiu, Ministro de Ecología y Medio Ambiente del país, señaló la importancia de la tecnología y las energías renovables en la reducción significativa de los costos asociados y en la disminución de emisiones de carbono, no solo a nivel nacional sino también global.
Pero la revolución no se detiene ahí. La modernización tecnológica ha sido una constante en la industria energética china, con desarrollos pioneros, como la primera turbina eólica marina ultra grande de 16 MW, dotada de tecnología de punta que le permite ajustar su funcionamiento de acuerdo a las condiciones meteorológicas.
Mientras tanto, en el frente fotovoltaico, el país ha establecido un récord mundial en eficiencia con las células de perovskita, alcanzando un impresionante 26.1%.
El impulso de China hacia la sostenibilidad ha tenido también un impacto palpable en su economía. Datos aduaneros revelan que la exportación de productos intensivos en tecnología, específicamente baterías fotovoltaicas, baterías de iones de litio y vehículos de nueva energía, han registrado un crecimiento del 61.6% en el primer semestre de 2023. Regionales potencias económicas como Shanghai, Jiangsu y Guangdong reflejan este boom, con cifras de crecimiento que oscilan entre el 23.9% y el 570.8% en diversas categorías.
Lyu Daliang, representante de la Administración General de Aduanas de China, recalcó que estos productos, denominados «los tres nuevos», no solo han impulsado una economía más robusta y sostenible en el país, sino que han contribuido a una transformación global hacia modelos más verdes y respetuosos con el medio ambiente.
Por otro lado, el mercado de vehículos de nueva energía ha mostrado un crecimiento exponencial, con una producción y venta combinada de casi 4 millones de unidades en la primera mitad de 2023. Con medidas para impulsar el consumo de estos vehículos en áreas rurales y ciudades pequeñas, China busca cerrar la brecha entre zonas urbanas y rurales.
En resumen, el gigante asiático está demostrando con acciones concretas su compromiso con un futuro más limpio, equitativo y sostenible, liderando la carrera global hacia una nueva era de energía y desarrollo sostenible.
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