Científicos climáticos de renombre están criticando enérgicamente la elección de España, Portugal y Marruecos como sedes conjuntas para el Mundial de Futbol de 2030. La razón principal de su preocupación radica en el impacto ambiental desmesurado que se espera debido al aumento significativo de los viajes en avión, una fuente importante de emisiones de gases contaminantes responsables del cambio climático.
Según los investigadores consultados por la Cadena SER, cada pasajero que viaja en avión emite tres veces más gases contaminantes que un usuario de tren. Por ejemplo, un vuelo corto, como el de Londres a Madrid, resulta en la emisión de 118 kilos de dióxido de carbono (CO2) por cada pasajero. Esta estadística se torna aún más inquietante cuando se considera que las proyecciones indican que los viajes en avión se duplicarán en la próxima década.
Fernando Valladares, destacado experto en climatología del CSIC, expresó su preocupación afirmando que un Mundial de Futbol con sedes en tres continentes es «un auténtico disparate», ya que generaría una huella de carbono masiva debido a millones de personas desplazándose de un lugar a otro. Valladares lo calificó como «anacrónico» en los tiempos actuales.
Además de la preocupación por las emisiones de CO2, los científicos señalaron que España, Portugal y Marruecos son tres de los países más afectados por el aumento de las temperaturas y las olas de calor provocadas por el cambio climático. Según la Agencia Estatal de Meteorología (AEMET), las olas de calor en España se han triplicado en número debido a este fenómeno.
Pedro Zorrilla, portavoz de Greenpeace, advirtió que, si el ritmo actual de calentamiento global persiste, la región que albergará el Mundial de Futbol en 2030 podría convertirse en un «infierno» durante el verano, con consecuencias graves para la salud pública, como las 11,000 muertes por olas de calor registradas en España en el año anterior.
El impacto del aumento desproporcionado de vuelos en avión no sólo preocupa a los científicos, sino también a los aficionados al futbol. La Asociación de Aficionados al Futbol en Europa ha emitido un comunicado en el que denuncia que la elección de sedes para el Mundial «ignora el medio ambiente».
Los científicos instan a las administraciones a tomar medidas de protección ante el aumento proyectado de las olas de calor extremo en España y Marruecos para 2030. También se plantea la preocupación sobre si la FIFA podrá llevar a cabo un evento de la magnitud de la Copa del Mundo de manera sostenible y respetuosa con el clima, según lo señalado por Freddie Daley, investigador de Política Económica Global en la Universidad de Sussex (Reino Unido).
La elección de las sedes del Mundial de Futbol 2030 ha desencadenado un debate global sobre la responsabilidad ambiental en la organización de eventos deportivos de esta envergadura y la necesidad de tomar medidas concretas para mitigar su impacto en el cambio climático.
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