Redacción: Daniela Paredes Rocha
Descubre como obtener agua gratis con captadores de lluvia. Aprende cómo funcionan los sistemas de captación pluvial, beneficios, ahorro y impacto en la sustentabilidad del hogar y los edificios públicos.

En esos días de lluvia, piensa: ¿Cuánta agua cae sobre nuestro techo, hogares, escuelas, trabajos u oficinas públicas? Pero, sobre todo, ¿cuánta de esa agua realmente usamos? Casi nada. Imagínense, esa lluvia que podría ayudarnos a enfrentar la crisis hídrica termina desperdiciándose en el drenaje, mientras millones de familias siguen esperando a que llegue una pipa o que la llave vuelva a tener presión.
Esto lleva a un nuevo pensamiento: ¿hay algo que podamos hacer? Y entonces pasa: aprovechamos el agua de donde venga. Por eso, ante el lugar… Es por ello por lo que ante el Congreso mexiquense se presenta una nueva iniciativa, que más que ser solo un reglamento, busca cambiar la manera de hacer las cosas. La propuesta es que los edificios públicos del Estado de México puedan captar agua de lluvia.
No como un programa piloto ni como opción secundaria: si se cuenta con presupuesto, debe ser algo permanente y progresivo. ¿Por qué? Porque la sociedad no puede cuidar el agua si el propio gobierno no da el ejemplo y empieza por cuidar la suya.
Ahora pensemos en las escuelas: ¿cuántas veces se ha visto a maestras y maestros batallar para tener agua en baños, lavabos o jardines? La captación de lluvia puede abastecerlos hasta ocho meses al año.
Lo mismo pasa en hospitales, oficinas de atención pública, parques y centros culturales. Donde hoy hay escasez, podría haber autosuficiencia. ¿Se imaginan un avance así? Además, esto no es un invento que se espera en el futuro. Singapur, Tokio e India ya lo aplican, y varias ciudades de México también.
Si el mundo ya demostró que funciona, ¿estamos listos para dejar de enviar al drenaje un recurso que literalmente cae del cielo? Los edificios públicos no solo deben servir, también deben enseñar.
Si la gente ve que sus escuelas, centros de salud y ayuntamientos usan agua de lluvia, entenderán que la sustentabilidad no solo es un tema de expertos, sino que es una práctica que cualquiera puede incorporar en su vida diaria.
La iniciativa presentada hacia los legisladores del Estado de México tiene como objetivo claro y práctico reducir el gasto de dinero público.
Cada litro que se capta es un litro menos que se paga por red, por bombeo o por pipas. Un Estado que protege cada peso es un Estado que piensa en las familias que cargan cubetas cada mañana, en las colonias que llevan semanas sin agua, en las madres que no pueden lavar, cocinar o cuidar a sus hijos porque la llave está seca.
Y aunque esta reforma no resolverá por sí sola el problema, sí representa un cambio profundo: pasar de esperar sentados a que llegue el agua, a aprovechar lo que ya tenemos.
Hoy existe la oportunidad de sentar un precedente: que el Estado deje de solo ver y se vuelva un actor del cambio.
Si captamos el agua de lluvia, dejamos de ver la escasez como un destino inevitable y se vuelve un reto que podemos enfrentar. Aprovechar el agua que ya cae sobre nuestras cabezas demuestra que la innovación no siempre ocupa grandes obras, sino iniciativa y coherencia.
¿Te gustó nuestra nota? ¡Contáctanos y deja tu comentario! AQUÍ
Conoce nuestra red ANCOP Network AQUÍ














