Redacción: MaJo Gutiérrez
En un esfuerzo por promover la economía circular y mejorar los espacios públicos, la Municipalidad de Córdoba, a través del programa BioCórdoba, ha instalado cestos orgánicos en el Parque Sarmiento y en el Corredor Ambiental para la recolección de heces de perros y gatos. Estos contenedores no solo resuelven el problema de los desechos de mascotas, sino que también los transforman en fertilizante natural para las áreas verdes de la ciudad.
El sistema, desarrollado por el emprendimiento sostenible Carbono, utiliza una tecnología innovadora basada en la biotecnología conocida como bioaumentación. El proceso es simple: se instala un digestor subterráneo en el cesto y se le añaden bacterias biodigestoras que, al entrar en contacto con el agua, aceleran la descomposición de los residuos orgánicos. Este método convierte las heces en abono, lo que enriquece el suelo y elimina los malos olores.
Este enfoque tiene un impacto positivo en el medio ambiente, ya que evita que miles de toneladas de excremento y las bolsas de plástico utilizadas para recogerlo terminen en los vertederos sanitarios. Allí, estos residuos se descomponen lentamente, contaminando el agua subterránea y el aire con partículas nocivas. Además de ser una solución ecológica, el sistema es de bajo costo y fácil de mantener, ya que requiere solo una dosis semanal de bacterias mezcladas con agua.
Carbono es un emprendimiento de triple impacto, ya que no solo beneficia al medio ambiente, sino que también tiene un impacto económico y social. Además de reducir la cantidad de residuos urbanos y el uso de plásticos, educa a la comunidad sobre el cuidado de los espacios públicos y genera nuevas oportunidades de empleo. La iniciativa busca transformar la manera en que se manejan los desechos de mascotas, convirtiendo un problema en un recurso valioso.
