Redacción: Regina De Quevedo
Se estima que para el año 2030. 5.9 millones de niños y jóvenes de América Latina vivirán en condiciones de pobreza debido al impacto del cambio climático, la Comisión Económica para América Latina (CEPAL) y el Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (UNICEF) informo la importancia que existe de que los países cumplan con sus compromisos para reducir la emisión de gases de efecto invernadero y la importancia que existe de priorizar los servicios sociales y de resiliencia para las infancias.
Si los gobiernos actúan con rapidez, 5.9 millones de menores de 25 años podrían encontrarse en situaciones de pobreza en 2030. Sin embargo, si los gobiernos retrasan demasiado sus acciones, la cantidad de jóvenes afectados podría triplicarse y llegar a 17.9 millones. El director regional de UNICEF menciono que “los niños, niñas y adolescentes sostienen el mayor peso del cambio climático, no solo porque sus cuerpos en desarrollo son más vulnerables a fenómenos extremos como ciclones u olas de calor, sino también porque estos eventos interrumpen los medios de vida de su familia y educación”.
El financiamiento climático, según las agencias, no prioriza las áreas esenciales para la niñez como la salud, nutrición, educación, agua y saneamiento, las cuales son fundamentales para su desarrollo cognitivo y físico. En América Latina y el Caribe, el 3.4% de estos recursos se destina a la infancia, esta falta de prioridad requiere de más apoyo para enfrentar el impacto del cambio climático, ya que garantizar su bienestar es clave para proteger sus derechos y su futuro.
CEPAL y UNICEF recomiendan a los gobiernos de América Latina adoptar medidas urgentes que prioricen la protección de la niñez y la juventud ante la respuesta del cambio climático en la actualidad, esto incluye, incrementar la financiación climática para la infancia pensadas para cada etapa de su crecimiento y promover políticas de protección social y de emergencias que respondan ante sus necesidades específicas.