Por Deborah Buiza
En algunos momentos de la vida te pedirán que cuentes de ti, de tu historia, algunas veces de manera muy estructurada y profesional como puede ser a través de un curriculum vitae, otras a manera de semblanza en la que quizás puedas incluso incluir datos curiosos o graciosos y en otras hasta por cuestiones terapéuticas. En cada historia que cuentes de ti puedes “parecer” una persona distinta… aunque, siempre eres tú.
¿Qué es lo que cuentas de ti? ¿Qué es lo que te cuentas a ti mismo sobre tu historia, sobre quién eres y lo qué te ha pasado?
Conocerse siempre es un ejercicio indispensable para el crecimiento, un ejercicio inacabable considerando que somos sujetos en construcción con proyectos en marcha, una tarea con múltiples aristas y que se puede abordar desde distintas herramientas aunque el objetivo sea saber quiénes somos, quiénes fuimos, cómo somos y proyectar tal vez cómo seremos o nos gustaría ser.
Todos tenemos maneras distintas de contarnos las cosas y de contarnos nuestra historia, que puede ir modificándose no sólo porque el narrador va cambiando sino porque de manera consciente podemos decidir contarla de manera distinta, contarla desde otros lugares, otros tonos, otros elementos, otros actores, otros colores. Cambiar la narración puede permitirnos explorarnos y descubrirnos desde otros lugares.
Hoy te propongo jugar con la historia que te cuentas de ti, es decir, construir la narración de tu vida y de quien eres desde una línea diferente, por ejemplo: Tú y tu historia desde tus experiencias laborales o escolares… desde los hobbies que tienes… desde tus amores … desde tus pérdidas … desde el mayor éxito que has tenido hasta el momento … desde los días de vacaciones, desde los privilegios que tienes … desde tus mascotas o la falta de ellas … intenta narrar tu historia como si fueras un guerrero … un habitante de la Tierra media … un inspector de policía … narra tu historia en modo suspenso … aventura extrema … historia de terror o como si la contara tu autor favorito … cuenta tu historia en tercera persona, como si fueras un espectador o un admirador…
Estamos muy acostumbrados a contarnos algo sobre nosotros y seguir reproduciendo esa historia por mucho tiempo aunque no nos favorezca o sea una historia triste, plana, aburrida o colmada de fracasos. La vida es mucho, mucho más pero necesitamos ponernos creativos, atrevernos a experimentarla y narrarla desde otros lugares.
Y tú, ¿qué historia te contarás hoy de ti?
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