Cuba les exigió a las empresas estatales, que apliquen home office y otras medidas de ahorro para evitar los apagones prolongados, ya que la isla se encuentra ante una crisis de generación eléctrica.
El ministerio del Trabajo informó a través de su página web, que se está tratando de reducir «al mínimo imprescindible» la presencia «de los trabajadores en el centro laboral», protegiendo el salario de los empleados.
Se presentaron varias opciones para «aplicar» la medida de manera homogénea y combinada, entre ellas, el trabajo a distancia, ajustar horarios, reubicar al personal y brindar vacaciones.
La isla ha tenido problemas para generar electricidad desde mayo del año pasado, debido al mantenimiento obsoleto y defectuoso, que se le da a las ocho termoeléctricas, la falta de combustibles fósiles y el aumento de la demanda por los veranos calurosos.
En algunas provincias los apagones suelen ser de hasta 12 horas de forma cotidiana, pero en La Habana, esta semana se empezó a aplicar de manera programada.
Los apagones han provocado indignación e incluso algunas protestas en localidades rurales, gente golpeando calderos y gritando consignas por las noches.
Según datos oficiales, el sistema eléctrico del país cuenta actualmente con una capacidad de distribución de energía promedio de 2.500 megawatts, por lo cual no puede atender la demanda en los horarios de máximo consumo, alcanzando los 2.900 megawatts.
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