Redacción: Litzury Gamboa
Cuando las temperaturas superan los 40 ºC, el sistema del cuerpo humano encargado de regular la temperatura se sobrecarga, lo que pone en riesgo principalmente a las personas más vulnerables, como ancianos, niños y aquellos con problemas de presión arterial. En enero de 2025, se registraron temperaturas récord a nivel mundial, con olas de calor en el hemisferio sur, donde países como Argentina, Paraguay y Brasil experimentaron temperaturas superiores a los 40 ºC.
En respuesta al calor, el cuerpo dilata los vasos sanguíneos para permitir que el calor se disipe con mayor facilidad. Este proceso, conocido como vasodilatación, puede ser peligroso para quienes tienen problemas en la regulación de la presión arterial. Además, estos no pueden sentir sed debido a alteraciones en los receptores de la lengua, lo que aumenta el riesgo de deshidratación.
La deshidratación, consecuencia directa del calor extremo, puede generar síntomas como somnolencia y mareos. En los casos más graves, puede llevar a problemas renales y alteraciones en los niveles de electrolitos. Este desequilibrio en el cuerpo puede ser fatal, ya que el mal manejo de la presión arterial puede agravar la situación y poner en riesgo la salud cardiovascular.
Por lo tanto, es crucial que las personas vulnerables tomen precauciones durante las olas de calor, como mantenerse hidratados y evitar la exposición prolongada al calor. La atención adecuada a los signos de hidratación y los cambios en la presión arterial puede prevenir complicaciones graves y salvar vidas, especialmente en un contexto de temperaturas extremas.
