La Dirección de Medio Ambiente, en su compromiso con la formación ecológica y la preservación de áreas naturales, organizó un curso de verano al que asistieron 150 niños y jóvenes del municipio salmantino. Esta iniciativa tuvo como objetivo principal inculcar en las nuevas generaciones la importancia del cuidado del medio ambiente y la sostenibilidad.
Los participantes, motivados por un genuino interés en la protección de las zonas naturales, recibieron una educación especializada y práctica a través de métodos que buscan sensibilizarlos acerca del valor intrínseco de nuestro entorno natural.
Como parte de la experiencia educativa, se realizaron talleres interactivos. En estos, los jóvenes aprendieron a fabricar juguetes y relojes de arena utilizando materiales reciclados, promoviendo así la reutilización y el consumo responsable. Además, en el Fraccionamiento Residencial Arboledas, se llevó a cabo una exploración detallada de un hábitat específico, lo que culminó con la creación de terrarios, pequeños ecosistemas que replican la biodiversidad de la región.
Estas acciones, aunque centradas en el medio ambiente, tienen también un fuerte componente social. La idea es que la población en general se beneficie y participe activamente en la transformación positiva del municipio salmantino, propiciando así un entorno más armónico y sostenible.
Adicionalmente, se pretende que este tipo de actividades fortalezca el tejido social de la comunidad. Al involucrar a las familias y a la sociedad en su conjunto en iniciativas comunitarias de este tipo, no solo se fomenta la educación ambiental, sino que también se contribuye al mejoramiento social de Salamanca. Esta estrategia, en conjunto con otras, busca enfrentar y erradicar los desafíos de inseguridad que ha enfrentado el municipio en los últimos años.
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