Redacción: Inés Arroyo
Los tiburones, esenciales para el equilibrio de los ecosistemas marinos, están en grave riesgo de extinción a lo largo de las costas de Chile. Según Carlos Bustamante, experto en tiburones y director del Grupo de Expertos en Tiburones de la UICN, el 35% de las 105 especies registradas en las aguas chilenas enfrenta serias amenazas. De no tomarse medidas urgentes, algunas de estas especies podrían desaparecer en las próximas tres décadas.
Las principales amenazas son la sobrepesca y la captura ilegal de tiburones, especialmente para abastecer el mercado de aletas en Asia. A pesar de que un 70% de los países han prohibido el aleteo, la mortalidad sigue siendo elevada. Entre 2012 y 2019, se estima que murieron entre 76 y 80 millones de tiburones al año, de los cuales alrededor de 25 millones eran especies en peligro.
Bustamante alerta que, si no se controlan estas amenazas, los tiburones podrían desaparecer en los próximos 30 años, lo que tendría graves consecuencias para los ecosistemas marinos. Los tiburones son superdepredadores que regulan las poblaciones de otras especies. Si desaparecen, podría haber un aumento descontrolado de ciertos peces, lo que afectaría toda la cadena alimentaria. De hecho, ya se observa una disminución de sardinas y merluzas en la costa central de Chile, en parte debido a la mayor presencia de jibias, que antes eran controladas por los tiburones.
Aunque los tiburones sufren una mala imagen por culpa del cine y los medios de comunicación, los ataques a humanos han disminuido significativamente. En 2024, solo hubo 47 ataques a nivel mundial, una cifra mucho más baja que el promedio de 70 incidentes anuales en la última década.
A pesar de que Chile cuenta con un plan de conservación desde 2006, el país aún carece de regulaciones estrictas para una pesca sustentable. Algunas especies, como el tollo, siguen sin protección adecuada. Es urgente que se implementen leyes más estrictas para evitar la extinción de estos animales.
En conclusión, la desaparición de los tiburones tendría consecuencias devastadoras para los ecosistemas marinos. Es fundamental actuar con rapidez para proteger a estos animales y preservar el equilibrio de la vida marina en las costas chilenas.
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