Redacción: Inés Arroyo
El segundo trimestre de 2025 presenta un panorama complicado para el comercio mundial. Según un informe de AMEC, las exportaciones manufactureras disminuyeron y el crecimiento económico global se desaceleró. Esto genera incertidumbre en los mercados internacionales y obliga a las empresas a cambiar sus estrategias para seguir competitivas.
A pesar de estos retos, hay señales positivas. La producción industrial en la zona euro se está estabilizando, mientras que, en países emergentes como India, Pakistán, Indonesia y Tailandia, la economía crece a buen ritmo. Estas diferencias resaltan la importancia de diversificar mercados y sectores.
El estudio señala que las empresas con presencia internacional están preparadas para adaptarse. Esperan aumentar sus exportaciones un 11.44% en 2025, apostando por mercados con alto crecimiento como Estados Unidos, México, India, Arabia Saudí y Marruecos. Esta diversificación ayuda a reducir riesgos frente a la incertidumbre política y económica en algunas regiones.
Además, la inversión extranjera y el volumen de exportaciones están en aumento, lo que fortalece el desempeño de las empresas. Sin embargo, existen dificultades como la búsqueda de socios adecuados, la competencia global y la falta de talento especializado.
En resumen, aunque el entorno económico mundial presenta desafíos, las empresas que adoptan estrategias flexibles y sostenibles están mejor posicionadas para aprovechar nuevas oportunidades. Adaptarse, diversificar y enfocarse en la innovación serán claves para crecer a largo plazo.
¿Podrán las empresas convertir estos retos en ventajas duraderas?