En los últimos años, México ha mostrado un compromiso significativo hacia la adopción de energías renovables. Sin embargo, a pesar de los avances, el país aún enfrenta desafíos importantes para alcanzar sus metas energéticas. La transición hacia fuentes de energía limpia es vital no solo para reducir la dependencia de combustibles fósiles, sino también para mejorar la sostenibilidad y competitividad económica del país.
Metas Energéticas para 2024
El Gobierno de México ha establecido el objetivo de que, para 2024, el 35% de la energía eléctrica del país provenga de fuentes renovables. Esta meta es parte de un esfuerzo más amplio para reducir las emisiones de carbono y mitigar el cambio climático. A finales de 2021, el 26.7% de la electricidad en México se generaba a partir de energías renovables, lo que indica un progreso considerable, pero también resalta la necesidad de continuar con la expansión del sector.
México cuenta con condiciones geográficas favorables que lo posicionan como un líder potencial en energías renovables. Con aproximadamente 300 días de luz solar al año y más de 9,000 km de costa, el país tiene un alto potencial para la generación de energía solar y eólica. Actualmente, la capacidad instalada de energía solar fotovoltaica es de más de 7 GW, mientras que la capacidad eólica es de aproximadamente 7.7 GW.
Oportunidades de crecimiento
El sector de energías renovables en México presenta numerosas oportunidades de inversión y desarrollo. La energía solar y eólica, en particular, están en constante crecimiento, con varios proyectos en construcción y planificación. Además, la transición hacia energías limpias tiene el potencial de crear empleos de alta calidad y promover el desarrollo sostenible en diversas regiones del país.
A pesar del potencial y los avances, el sector de energías renovables enfrenta varios desafíos:
- Financiamiento: la necesidad de inversiones significativas y de mecanismos de financiamiento accesibles es un obstáculo crucial. Proyectos a gran escala requieren de capital considerable y de políticas que incentiven la inversión privada.
- Regulación: la estabilidad del marco regulatorio y las políticas gubernamentales son esenciales para atraer y mantener inversiones. Cambios frecuentes o incertidumbre regulatoria pueden desalentar a los inversores.
- Infraestructura: la infraestructura de transmisión y distribución debe modernizarse para soportar el incremento de energías intermitentes, como la solar y eólica.
- Formación profesional: la capacitación de la fuerza laboral es vital para atender las necesidades del sector renovable y asegurar la calidad y eficiencia en la implementación de proyectos.
México ha visto importantes desarrollos en energía renovable, como el parque eólico Eurus en Oaxaca y el primer parque solar en Sonora, establecido por Iberdrola en 2018. Estos proyectos son ejemplos de cómo la inversión en tecnología renovable puede transformar la matriz energética del país.
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