Redacción: Amairany Ramírez
La Organización Meteorológica Mundial (OMM) ha confirmado que 2024 se posiciona como el año más caluroso de la historia, cerrando una década marcada por temperaturas extremas y fenómenos climáticos devastadores. Esta alarmante tendencia, atribuida principalmente a las actividades humanas, subraya la urgencia de implementar acciones globales para mitigar el cambio climático y proteger el futuro del planeta.
António Guterres, Secretario General de la ONU, ofreció un mensaje contundente al inicio del año: “Estamos presenciando el colapso climático en tiempo real. Los últimos diez años han sido los más calurosos jamás registrados, incluyendo 2024. Debemos cambiar el rumbo y actuar sin demora”.
El impacto de estas temperaturas récord se reflejó en fenómenos extremos: lluvias torrenciales, inundaciones históricas, olas de calor que superaron los 50 °C y devastadores incendios forestales. Según la OMM, el cambio climático añadió 41 días de calor peligroso en 2024, afectando tanto la salud humana como los ecosistemas.
Pese al panorama sombrío, 2024 también fue testigo de avances significativos. Durante la Conferencia de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático (COP29), se abordaron medidas para aumentar la financiación climática a países en desarrollo, los más vulnerables pese a ser responsables de una mínima fracción de las emisiones históricas de carbono.
Además, la ONU adoptó el Pacto para el Futuro, un acuerdo que abarca temas clave como la reforma financiera, la igualdad de género y la innovación tecnológica ética.
Otro hito fue la designación de 2025 como el Año Internacional de la Conservación de los Glaciares, una iniciativa conjunta de la OMM y la UNESCO para priorizar la protección de la criosfera, crucial para regular el clima global.
Respondiendo al llamado del Secretario General de la ONU, un grupo de expertos de 15 organizaciones internacionales y 12 países se reunió en la sede de la OMM en diciembre para desarrollar un marco de acción frente al aumento de las temperaturas extremas.
Entre otras iniciativas destacadas, la OMM está fortaleciendo la Vigilancia Mundial de los Gases de Efecto Invernadero y trabaja para garantizar la protección universal ante desastres ambientales a través del programa Alerta Temprana para Todos, previsto para 2027.
El 2024 se erige como un año decisivo, no solo por los récords climáticos alcanzados, sino también por la urgencia de actuar frente a una crisis que afecta a todas las naciones sin distinción.
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