Redacción: Daniela Paredes Rocha
Clima en A Coruña: 2025 será el segundo año más cálido desde que hay cifras y el más lluvioso del siglo, según los datos meteorológicos.

Parece que A Coruña le ha cogido el gusto al calor. Al menos así lo confirman los registros meteorológicos de la Agencia Estatal de Meteorología (Aemet) en la ciudad, basándose en las cifras récord de temperaturas vistas durante este 2025. Tan solo en los primeros seis meses del año, cuatro de ellos entraron en el «top 5» de los más calurosos desde que existen registros.
Esta tendencia, reflejada en una subida extrema de las temperaturas durante el último lustro, siguió viéndose a partir de junio, con valores por encima de lo que suele acostumbrar la ciudad en otoño e incluso invierno. Tanto es así que la urbe herculina cerrará este curso 2025 como el segundo año más cálido desde que la Aemet tiene registros; o lo que es lo mismo, desde el año 1931.
De esta forma, A Coruña despedirá un año en el que la temperatura media subió hasta los 16 grados. Desde 1931, solo hubo un curso que llegó a ese valor: 2023, que cerró el año con 16,5 de media. Así, este 2025 supera a 2022 y 2024 (ambos con 15,9 de media) y a 1997, el último que se había puesto entre los cinco más calurosos de la serie histórica con 15,8 grados.
Fin a la tendencia seca.
Sin embargo, la ciudad coruñesa no despide un año récord solo en temperaturas; ocurre lo mismo en cuanto a las precipitaciones, un dato que quiebra por completo la tendencia seca de los últimos años. Con un total de 1.268 litros por metro cuadrado, la urbe registró el curso más lluvioso en lo que va de siglo XXI.
Los primeros valores anómalos en cuanto a chubascos no llegaron hasta abril, un mes en el que los termómetros subieron a la par que las presas. Hasta en cuatro días consecutivos se vio una precipitación acumulada superior a los 15 litros por metro cuadrado y, además, la lluvia estuvo presente en el 50% de los días del mes. Esta apariencia se hizo notar en plena Semana Santa, donde solo un tercio de los pasos tradicionales pudieron realizar su recorrido habitual a causa de las lluvias o, al menos, del riesgo de ellas.
Aun así, la urbe registró grandes picos que convirtieron el mes en el más húmedo desde 2016, aunque no fue de los diez más lluviosos históricamente. Con un acumulado total de 120,4 litros por metro cuadrado, abril fue un 37% más lluvioso de lo normal, al contrario de lo que expone el refranero español. No obstante, cabe destacar que si algo tiene el mes de abril es que la imprevisibilidad meteorológica es la gran protagonista: se puede pasar del sol a la lluvia en cuestión de minutos.
Ya con los datos de diciembre —un mes que empezó con la tendencia lluviosa de noviembre y en el que, tras la llegada del invierno, el frío volvió a ser protagonista—, los 1.268 litros sitúan al año como el más lluvioso del siglo, a tan solo ocho de entrar en el «top 5» y a 131 del más mojado de la historia: 1959.

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