Redacción: Alma Cataneo
El cambio climático está impactando gravemente la infraestructura aeroportuaria en América Latina y el Caribe, generando retrasos, cancelaciones y costos adicionales. Fenómenos como huracanes más intensos, olas de calor extremas y lluvias torrenciales están poniendo a prueba la resistencia de los aeropuertos de la región.
Uno de los principales desafíos es el aumento del nivel del mar, que amenaza aeropuertos costeros como el de Cancún (México) y el de Kingston (Jamaica). Además, temperaturas más altas afectan el rendimiento de los aviones, reduciendo su capacidad de carga y alterando los horarios de vuelo.
Las tormentas cada vez más frecuentes y severas también dañan pistas y terminales, lo que obliga a las autoridades a invertir en medidas de adaptación, como infraestructuras más resilientes y planes de emergencia mejorados.
A pesar de estos desafíos, algunos aeropuertos están implementando soluciones sostenibles, como energías renovables, sistemas de drenaje avanzados y materiales más resistentes a temperaturas extremas. Sin embargo, la urgencia de actuar es cada vez mayor para evitar que el cambio climático afecte aún más la conectividad aérea de la región.
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