Un estudio de Lloyd’s y el Centro de Estudios de Riesgo de Cambridge advierte sobre el riesgo de un aumento de los fenómenos meteorológicos extremos que afectarían a la producción de alimentos y agua.
Según un informe publicado el miércoles por la aseguradora Lloyd’s de Londres y el Centro de Estudios de Riesgo de Cambridge, la economía mundial podría sufrir pérdidas de hasta 5 billones de dólares en un periodo de cinco años si se produce un “aumento plausible” de los fenómenos meteorológicos extremos relacionados con el cambio climático.
El estudio, que es hipotético, modela el impacto económico global de una serie de eventos climáticos extremos, como sequías, inundaciones, tormentas y olas de calor, que causarían pérdidas de cosechas y escasez de alimentos y agua en diferentes regiones del mundo.
El informe estima que, en el peor escenario, las pérdidas económicas mundiales ascenderían a 17.6 billones de dólares en cinco años, lo que supondría una reducción del 7% del Producto Interno Bruto (PIB) mundial. En el escenario más moderado, las pérdidas serían de 3 billones de dólares, lo que equivaldría a una caída del 1.1% del PIB mundial.
El informe también calcula la probabilidad de que se produzcan estos escenarios, teniendo en cuenta la variabilidad natural del clima y la influencia humana. Así, la pérdida económica mundial esperada, ajustada por la probabilidad, sería de 711,000 millones de dólares en cinco años.
“La economía mundial es cada vez más compleja y está cada vez más sujeta a amenazas sistémicas”, dijo Trevor Maynard, director ejecutivo de Riesgos Sistémicos del Centro de Estudio de Riesgos de Cambridge. Según indicó, la investigación “ayudará a las empresas y a los responsables políticos a explorar las posibles repercusiones de estos escenarios”.
El informe se basa en los datos científicos del Grupo Intergubernamental de Expertos sobre el Cambio Climático (IPCC), que en su último informe alertó sobre el aumento de los fenómenos meteorológicos extremos debido al calentamiento global causado por las emisiones humanas de gases de efecto invernadero.
El informe recomienda a las empresas y a los gobiernos tomar medidas para reducir las emisiones, aumentar la resiliencia y adaptarse al cambio climático, así como colaborar entre sí para hacer frente a los riesgos sistémicos.
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