Redacción: Regina De Quevedo

En la alcaldía de Xochimilco, Ciudad de México, el 80% de su territorio es área de conservación ecológica. Esta zona cuenta con una red de canales que superan los 180 kilómetros y mantiene viva la tradición prehispánica del cultivo en chinampas. No obstante, detrás de un lugar turístico lleno de mariachis y trajineras, los productores locales se enfrentan a una crisis ambiental muy grave, la zona se está secando y todo el conjunto se encuentra en peligro.
El nivel del agua en los canales ha disminuido y, en varios puntos, las raíces de los árboles han quedado expuestas, lo que es una señal de que el ecosistema se encuentra en peligro y necesita restauración debido a los bajos niveles del líquido. El productor local, Gersai Huesca, ha sido testigo de esta situación: “Fácilmente estamos hablando de un metro que ya se ha perdido, el impacto ha sido muy severo”.
Lorena Xospa, productora de la zona, confirma que la imagen que ven los turistas no refleja la realidad que vienen quienes dependen de los canales para sobrevivir. Detrás del paisaje lleno de color y ambiente festivo, los productores enfrentan diversas consecuencias como niveles de agua críticos, cultivos en riesgo y una lucha constante por mantener sus actividades agrícolas en medio del deterioro ambiental.
Mientras los canales de Xochimilco se secan por la falta de recarga de agua, en época de lluvias intensas se provocan inundaciones graves en las zonas habitadas. En 2024, en la temporada de lluvias, al menos 300 viviendas resultaron afectadas por anegaciones. El humedal de Xochimilco tiene un valor incalculable. Es reconocido a nivel internacional y cuenta con funciones ambientales necesarias, como la regulación térmica de México. De igual manera, representa un símbolo de identidad y herencia cultural para diversas familias.
Es fundamental comenzar la restauración de los humedales, ya que estos ecosistemas brindan muchos servicios ecosistémicos, necesarios y de gran importancia para los seres humanos. Al darle un hogar a cantidades de fauna acuática y terrestre que proporcionan diversas fuentes de materia primera para construcción, recursos alimenticios, medicinales y ornamentales, así como la belleza escénica, ambientes recreativos y la regulación de ciclos hidrológicos y de carbono que le dan sustentabilidad a toda una región.
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