Redacción Marlone Serrano
El año 2025 apenas ha iniciado y ya presenta un panorama global marcado por una serie de desafíos interconectados que amenazan la estabilidad y sostenibilidad del planeta. Así lo advierte el más reciente Informe de Riesgos Globales 2025, presentado durante la última edición del Foro Económico Mundial, en el que más de 900 expertos de distintos sectores coincidieron en un diagnóstico preocupante: los riesgos que se preveían a futuro ya están ocurriendo.
Entre las principales amenazas se encuentran los conflictos armados, cuya intensificación ha traído consigo mayores niveles de destrucción, violencia y pérdida de vidas humanas. A esto se suma el surgimiento de nuevas tensiones entre países, generando un efecto dominó que compromete la estabilidad internacional.
El informe también alerta sobre los riesgos asociados al rápido desarrollo de la inteligencia artificial, señalando que su proliferación sin una adecuada regulación ha potenciado fenómenos como la desinformación y la manipulación digital. Estos elementos, aseguran los expertos, están profundizando las divisiones sociales y erosionando la confianza en las instituciones.
Asimismo, se destaca la preocupación por la automatización laboral, que podría agravar las desigualdades económicas y sociales, especialmente en países con limitada capacidad tecnológica. La falta de acceso equitativo a estas innovaciones, junto con amenazas crecientes a la privacidad y la ciberseguridad, refuerzan la urgencia de establecer marcos éticos globales para el uso de la IA.
En el horizonte a largo plazo, los riesgos medioambientales continúan ocupando un lugar prioritario. El cambio climático, la pérdida de biodiversidad y el colapso de los ecosistemas son amenazas existenciales que, aunque ampliamente reconocidas, requieren de acciones inmediatas y sostenidas para revertir sus efectos. Los expertos insisten en la necesidad de políticas ambientales robustas y una transformación hacia modelos sostenibles de desarrollo.
El informe también señala la creciente polarización social, alimentada por las desigualdades, la inflación, la corrupción y los abusos de poder. Estos factores han contribuido al debilitamiento de la cohesión social y a una pérdida de confianza en los sistemas de gobernanza, lo que demanda un esfuerzo colectivo para fortalecer la transparencia, los derechos humanos y la participación ciudadana.
El Global Risks Report 2025 cierra con un llamado urgente a la colaboración internacional, la adaptabilidad y el compromiso real de los gobiernos, empresas y ciudadanía. Solo a través de una acción conjunta y decidida, concluyen los expertos, será posible enfrentar los desafíos del presente y construir un futuro más seguro, justo y sostenible para todos.
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