Iniciativa pública y Medio ambiente

El desperdicio de alimentos: Impacto ambiental y económico 

Redacción Laura**

Los alimentos desperdiciados no solo representan una pérdida de comida, sino también de los valiosos recursos empleados en su producción, como el agua, la tierra y la energía. Además, es una fuente significativa de emisiones de gases de efecto invernadero, las cuales están contribuyendo al cambio climático. 

Marie Lindström, directora de la aplicación global de rescate de alimentos Too Good To Go (TGTG), recalca la magnitud de este problema al señalar que el desperdicio de alimentos es responsable de «hasta el 10% de las emisiones globales de gases de efecto invernadero». 

La misión de TGTG, cuyo nombre sugiere que los alimentos son «demasiado buenos para ser desechados», se centra en reducir este problema. Operando en 15 países, entre ellos varias naciones europeas, Estados Unidos y Canadá, la app ha logrado un alcance significativo. 

Un estudio realizado conjuntamente por TGTG y la consultora «21 gramos» destaca tres perspectivas desde las cuales los consumidores perciben el despilfarro de alimentos: su impacto económico, las implicaciones éticas y sociales y, por supuesto, las consecuencias medioambientales. Sorprendentemente, el 73% de los consumidores en España están preocupados por el desperdicio de alimentos, según datos proporcionados por EFE. 

En un análisis adicional de la FAO (Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura), se revela que casi 8 millones de toneladas de alimentos son desperdiciados anualmente. Con el Día Internacional de la Concienciación sobre la Pérdida y el Desperdicio de Alimentos celebrado el 29 de septiembre, es esencial recordar que se desperdician 2.500 millones de toneladas de alimentos al año, lo que se traduce en «más de 79 toneladas cada segundo», según cifras de TGTG. 

El estudio de TGTG también señala factores cruciales que contribuyen al despilfarro de alimentos: la falta de planificación al comprar, descartar productos frescos basándose en su apariencia y las compras impulsivas. Además, el 43% de los encuestados admitió no organizar adecuadamente sus alimentos, y el 50% no sabe cómo conservarlos correctamente. Esta falta de conocimiento y organización lleva a que el 30% no pueda calcular las porciones de comida adecuadamente o carezca de habilidades culinarias esenciales, lo que resulta en más alimentos desperdiciados. 

Para combatir esta crisis, se recomienda: 

  • Organizar la despensa por categorías y etiquetar aquellos productos con fecha de caducidad próxima. 
  • Cocinar en grandes cantidades una vez a la semana para combinar platos ya preparados con comidas frescas. 
  • Conocer y entender la diferencia entre las fechas de caducidad y las fechas de consumo preferente. 

Estas sencillas medidas pueden hacer una gran diferencia en la reducción del desperdicio de alimentos y, a su vez, en la protección de nuestro planeta. 

¿Te gustó nuestra nota? ¡Contáctanos y deja tu comentario! AQUÍ

Conoce nuestra red ANCOP Network AQUÍ