A lo largo de los años se han buscado alternativas para obtener energía de forma “limpia” y se consideró como una buena opción al gas natural, ya que parecía ser una alternativa de transición viable entre los combustibles sucios como el carbón y petróleo hacia los paneles solares y parques eólicos.
Aunque ahora se demuestra lo contrario, ya que un estudio ha demostrado que las emisiones del principal componente del gas natural, es decir el metano, que se produce desde la extracción y este la transportación no es precisamente el más respetuoso con el medio ambiente como se creía.
Mark Radka, Jefe de la Subdivisión de Energía y Clima del Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente (PNUMA) asegura que si bien “El gas natural es un combustible más limpio en el sentido de que su combustión produce menos contaminantes convencionales del aire, como dióxido de azufre y material particulado, en comparación con la combustión de carbón o petróleo. Su grado de contaminación depende de las características del combustible, la tecnología de combustión, qué tan bien se mantiene y opera el equipo, y otros factores…”
Pues se ha descubierto que las emisiones de metano provocadas por las instalaciones de gas natural en todo el mundo son muchas, como en 2017 que en tan solo 17 del mes de diciembre se descargaron 40 mil toneladas en una plataforma de petróleo y gas ubicada en el Golfo de México.
¿Te gustó nuestra nota? ¡Contáctanos y deja tu comentario! AQUÍ
Conoce nuestra red ANCOP Network AQUÍ
Agregar comentario