Redacción: MaJo Gutiérrez
La empresa china Mingyang ha dado un paso gigantesco en la industria de las energías renovables con la instalación del aerogenerador MySE18.X-20 MW, la turbina eólica marina más grande del mundo. Ubicada en el puerto de Hainan, China, esta formidable máquina cuenta con una potencia de 20 megavatios (MW). Para poner su tamaño en perspectiva, el diámetro de su rotor, que mide entre 260 y 292 metros, equivale a la longitud de diez canchas de baloncesto puestas en fila.
La capacidad de generación de esta turbina es impresionante, capaz de producir hasta 80 millones de kilovatios hora al año, lo que podría satisfacer la demanda anual de casi cien mil personas. Además de su eficiencia, el MySE18.X-20 MW representa un avance significativo en la lucha contra el cambio climático, ya que su producción de energía limpia podría evitar la emisión de 66,000 toneladas de CO₂ equivalente, una cantidad que sería generada por una central térmica convencional. Mingyang no se detiene aquí; la compañía ya trabaja en un modelo aún más grande, el MySE 22MW, que tendrá un rotor de 310 metros, tres veces la altura de la Estatua de la Libertad.
A nivel mundial, la competencia en el sector eólico marino está en auge. Fabricantes chinos como Haizhuang y Goldwind compiten con gigantes europeos y estadounidenses como Vestas, Siemens Gamesa y General Electric. Sin embargo, la eólica flotante, que permite la instalación de turbinas en aguas profundas donde no es posible fijarlas al lecho marino, emerge como la solución del futuro. España, por ejemplo, está a la vanguardia en el desarrollo de estos prototipos flotantes, como DemoSATH de la ingeniería vasca Saitec y W2Power de EnerOcean, que han demostrado su viabilidad.
A pesar de los avances, la eólica flotante aún se encuentra en una fase precomercial. De acuerdo con el Consejo Global de la Energía Eólica (GWEC), no se espera que esta tecnología alcance su plena madurez comercial hasta finales de la década. No obstante, el crecimiento del sector eólico marino es innegable. El compromiso global de la Global Offshore Wind Alliance (GOWA) es ambicioso: tener instalados 380,000 MW de energía eólica marina para 2030, lo que augura un futuro prometedor para esta industria.