En un movimiento que ha generado una intensa controversia, el gobierno de México, bajo la administración de Andrés Manuel López Obrador (AMLO), ha desviado recursos originalmente destinados a combatir el cambio climático hacia la construcción del Tren Maya. Según informes, se redirigieron 24 mil 98 millones de pesos del Presupuesto de Egresos de la Federación (PEF) para este proyecto emblemático del presidente.
De los fondos reasignados, hasta el 31 de mayo de 2024, solo se había gastado el 17%, es decir, 4 mil 112 millones de pesos. Además, la Secretaría de Hacienda y Crédito Público (SHCP) ajustó el presupuesto en los primeros meses del año, destinando aproximadamente 97 mil millones de pesos adicionales al proyecto del Tren Maya, originalmente etiquetados para acciones contra el cambio climático.
El Tren Maya se presenta como una iniciativa para fomentar el turismo masivo y el crecimiento económico del sureste de México. Sin embargo, el proyecto ha sido objeto de críticas por la falta de acciones específicas relacionadas con la mitigación del cambio climático. A pesar de la reasignación de fondos, la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat) se declaró incompetente para confirmar si los recursos se han utilizado en acciones ambientales, lo que ha intensificado las dudas y críticas.
El desvío de fondos ha suscitado diversas reacciones entre expertos, ambientalistas y la sociedad civil. Muchos argumentan que esta medida prioriza proyectos de infraestructura sobre la urgente necesidad de enfrentar el cambio climático. La transparencia en el uso de estos recursos también ha sido cuestionada, especialmente porque el Tren Maya ha enfrentado desafíos en su implementación, incluyendo problemas ambientales y con comunidades locales.
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