Redacción Melissa Paniagua
Se ha registrado el colapso del iceberg A-23A, el más grande mundo, y esto pudo ser captado gracias a satélites de la NASA, que capturaron el momento del desprendimiento. Este iceberg se desprendió de la Antártida en 1986 y desde ese momento ha presentado la perdida de grandes fragmentos de hielo por los bordes.
El A-23A es un iceberg que a principios de mayo alcanzaba una superficie de aproximadamente 3,100 kilómetros cuadrados, un tamaño similar a la isla de Mallorca, y que por años se mantuvo con el título del iceberg más grande registrado en las aguas del hemisferio sur.
Las investigaciones del área de científicos llaman a este suceso desgaste del borde, este fenómeno se produce cuando las temperaturas aumentan y eso provoca la desintegración gradual de las orillas del iceberg, lo suficiente para representar un peligro para el ecosistema.
Georgia del sur, esta isla ubicada en el Atlántico sur, podría sufrir graves consecuencias; la presencia del iceberg cerca de la isla puede alterar los patrones de alimentación de especies como los pingüinos, que tendrían que recorrer mayores distancias en busca de comida, también pueden verse afectados los elefantes marinos y las focas. Además, el deshielo libera agua dulce, cambiando los niveles de salinidad y la temperatura del entorno marino.
El iceberg A-23A es más que un patrimonio natural; es una alerta para la naturaleza. Su reciente desprendimiento nos muestra como el calentamiento global está acelerando el derretimiento del hielo, advirtiéndonos sobre que en el futuro esto continuara sucediendo.
Actualmente sigue siendo el iceberg más grande del mundo, pero muy pronto podría despejar ese título. Este caso demuestra como el cambio climático está afectando significativamente al planeta.