Redactor: Cristal Jiménez
¿Quién no espera con ansias el mes de diciembre? Diciembre es, sin duda, uno de los meses más esperados del año, desde la famosa celebración religiosa del 12 de diciembre, la aparición de la Virgen María. Las fiestas navideñas están llenas de alegría y unión familiar, sin embargo, en medio de la alegría y la festividad, hay un problema que pone a prueba la sostenibilidad y el medio ambiente del planeta: el consumismo. Desde desperdicio de comida hasta las emisiones de CO2 generadas por el transporte y la producción de bienes, esta época del año alcanza niveles alarmantes de contaminación.
Estas celebridades terminaron hace unos días, sin embargo, no solo afectaron nuestras finanzas, sino también la estabilidad del planeta. Diciembre es un mes en el que la gente suele gastar más que en cualquier otra época del año, en el que el consumismo se ve no solo en los regalos. También en la decoración de hogares, el consumo excesivo de alimentos, los viajes y desecho de productos que muchas veces, son adquiridos solo por la ocasión. Todas estas actividades pueden generar momentos de felicidad, pero traen consigo una serie de problemas ambientales.
El papel de la conciencia ambiental en las festividades
Las celebraciones de diciembre no tienen que ser sinónimo de consumismo desmedido. Adoptar un enfoque más consciente al adquirir bienes y servicios no solo beneficia al medio ambiente, sino que también fomenta un cambio cultural hacia un consumo más responsable. Durante estas festividades los impactos ambientales más notorios fueron:
Generación de residuos
Durante el mes pasado la cantidad de envolturas, plásticos, desechables de unicel, decoraciones desechables crecieron exponencialmente. Un informe de La Secretaría del Medio Ambiente y Desarrollo Sostenible menciona que incremento de 1 a 1.25 kilogramos diarios por persona. La generación de basura aumenta a 25%, lo que equivale a miles de toneladas de residuos adicionales que acaban en vertederos y océanos.
Consumo excesivo de productos
El consumismo excesivo generó una sobreexplotación de los recursos naturales. Desde juguetes, como ropa y electrodomésticos, suelen ser extraídos de fuentes no renovables o requieren procesos industriales que consumen grandes cantidades de energía y agua. Esta explotación contribuye a la escasez de recursos y al agotamiento de los ecosistemas, aumentando la huella de carbono global.
La moda rápida
Durante diciembre, es común ver una moda rápida impulsada por el deseo de adquirir ropa nueva para las celebraciones. Sin embargo, la industria de la moda rápida tiene uno de los impactos más negativos sobre el medio ambiente. Sus prácticas insostenibles, sus materiales sintéticos hacen que la ropa tarde siglos en descomponerse. Asimismo, consumen grandes cantidades de agua y energía, y el uso de productos químicos tóxicos durante su fabricación contamina cuerpos de agua y afecta la salud de los trabajadores.
Las celebraciones de diciembre y cualquier otra celebración no tiene que significar consumismo excesivo. Puedes optar un enfoque más consciente, la clave está en recordar que cada decisión de compra tiene un impacto.
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