Redacción: Regina De Quevedo

Ángel Eduardo Vázquez Rangel es el creador del jardín polinizador más grande del municipio de Ecatepec, se convirtió en defensor de una ceiba que iba a ser cortada y que hoy brilla con fuerza.
A sus 13 años, ha destacado por su compromiso, lucha y perseverancia por el cuidado del medio ambiente, su trabajo ha obtenido tres reconocimientos con el Premio Estatal de la Juventud 2025 en la categoría de preservación del medio ambiente con el título “Niño Defensor Ambiental” y la Presea Orgullo Ecatepec 2025 del gobierno municipal.
Su amor y pasión por el cuidado del medio ambiente nació desde muy pequeño gracias a sus abuelas materna y paterna, de igual modo, durante una visita a una empresa de reciclaje, le regalaron unas plantas, que al llegar a su casa logró reproducirlas y buscó lugares para cultivarlas.
Cuando en un predio comunal comenzaron a construir una sucursal del Banco Bienestar y una ceiba iba a ser talada, Ángel inició un movimiento comunitario para defender el árbol. Como el espacio no era suficiente, frente al banco surgió la idea de crear un jardín polinizador, con la ayuda de vecinos que donaron más de 300 plantas para dar inicio con el proyecto.
Con ayuda de sus padres, Ángel creó en un área de 750 metros cuadrados, un jardín polinizador con plantas como cordón de San Francisco, margaritón, cebollines, cempasúchil, lavanda, ruda, rosales, salvia, entre otras plantas polinizadoras, lugar que se ha convertido en un hogar para abejas, colibríes y mariposas, un refugio verde en el que surgirá vida.
“Con el jardín podemos ayudar a que los animales polinizadores lleguen y descansen y podamos seguir rescatando áreas verdes y no las derrumben. Yo estudio y en la tarde atendemos el cuidado del jardín; toda la semana en las tardes lo regamos y los fines de semana” mencionó Ángel.
Actualmente, el jardín ha florecido como un símbolo de respeto y resistencia por la naturaleza, gracias a un joven lleno de nobleza e inspirado por el dios del viento: Ehécatl. Cada jardinera creada por Ángel lleva la forma del sol, luna, colibrí y un corazón. El estudiante se ha convertido en el orgullo de su familia, los cuales también apoyan al estudiante, con el cuidado y mantenimiento del jardín. Su padre menciono lo siguiente “estoy orgulloso de mi hijo con sus pequeñas acciones que empezó desde hace tiempo y ahorita el haber logrado estos premios nos enorgullece. En tiempos libres lo apoyamos y aprendemos de él”.
De igual manera, el menor ya cuenta con el desarrollo de otros proyectos en casa enfocados al reciclaje y la recolección de tapitas de plástico para contribuir a la salud de niños con cáncer y al cuidado del planeta.

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