El corazón es un músculo que no estamos acostumbrados a usar conscientemente, a veces termina por atrofiarse, pero antes de eso intenta de múltiples maneras hablarnos, al principio con susurros amorosos, después va subiendo la voz hasta llegar a gritar con desesperacion lo que quiere, lo que es y lo que puede ofrecer, muchos, prefieren hacer oídos sordos a esa voz y algunos otros deciden acudir a su llamado.
Si de algo estoy segura en esta vida, es que para realmente vivir se necesita ser valiente, pues hay que enfrentarse a muchos desafíos, avanzar constantemente y salir de la zona de confort, pasar por la zona de aprendizaje, confrontar las propias sombras para extender la zona de confort y empezar de nuevo, una de las cosas que nos inspira a seguir avanzando en esta vida y no quedarse en la zona de confort “sanos y salvos” es el llamado del corazón ese impulso que te dice que atravieses el abismo dando el salto de fe y seguir caminando cuando sientes que ya no puedes más, cuando te estas muriendo de miedo o de tristeza y quieres abandonar el camino.
Como ya lo he escrito y no me cansaré de expresarlo, admiro mucho a toda la familia de Amor por Bacalar pues son héroes reales y hoy quiero contarles un poco de uno de los máximos ejemplos para mi de valentía, resiliencia y sinergia, mi amiga Siggi, recuerdo cuando la llamé para invitarla a nuestra reunión de grupos en pro de Bacalar pues ella es un gran referente en el tema del cuidado de la fauna doméstica en este pueblo mágico, su respuesta fue… no estoy más en ese tema… me platico que ya no podía sostener más el proyecto y que todas las cosas por las que ha pasado la desgastaron demasiado, al punto de tomar la decisión de dejarlo por su paz muy a su pesar y el amor que le tiene a los perros, hablamos un rato por teléfono y al final la convencí de ir como quiera pues su testimonio era de suma importancia y estaba segura de que varios de nosotros nos identificariamos con ella y eso ayudaría a la reflexión, Siggi acepto y yo tenia el presentimiento que saldría algo muy bueno de esto.
El día de la reunión llegó, empezamos a presentarnos, platicar de nuestros proyectos, nos fuimos conociendo mejor, lo que hacíamos, en qué punto estábamos y los retos que cada quien tenía, incluso se fueron rompiendo tabúes entre algunas personas, llegó el momento de que Siggi hablara y compartió su experiencia, como inicio, todo lo que paso y su decisión de claudicar en la noble labor de ayudar a los perros y gatos a poder tener una vida sana y feliz como todo ser vivo se merece, la escuchamos atentamente, muchos asentaban con la cabeza a cada experiencia compartida por ella, cuando terminó de hablar, pasó algo hermoso, todos nos unimos para compartirle a Siggi la empatía, el apoyo y amor que sentimos que ella necesitaba, estaba claro, cada una de las personas presentes se dio cuenta de que teníamos que hacer red para apoyarnos de todas las maneras posibles pues cada tema es de suma importancia para el bienestar de la sociedad y medio ambiente de Bacalar y a mi me quedó claro que todos y cada uno de los participante de los diferentes proyectos estaban acudiendo al llamado del corazón, desde entonces los admiro y respeto.
Siggi fue en ese momento la pieza fundamental que nos conectó emocionalmente a todos y tal vez creo que ella se fue ese dia con el corazón recargado y su mente inspirada para no abandonar su labor, fue entonces que surgió de las cenizas de lo anterior y con las brasas de la experiencia que adquirió, el proyecto Canciencia que se enfoca en compartir con la gente la información necesaria para cuidar adecuadamente a nuestros compañeros de cuatro patas,
la importancia de proporcionarles una buena calidad de vida y cómo eso nos ayuda a conectarnos y tomar conciencia de precisamente de eso… la vida.
Si tu quieres conectarte con el amor por la vida y sumarte a Canciencia y otros proyectos te invitamos a unirte y juntos actuar en Amor por Bacalar.
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Maravillosa reflexión sobre el llamado del corazón que muchas veces omitimos por miedo.
Que siga adelante Siggi en su hermosa labor.