La Organización de Naciones Unidas (ONU) emitió una advertencia alarmante sobre el cambio climático, al anunciar que agosto de 2023 se convirtió en el mes más caluroso registrado desde 2016. Con temperaturas que promedian 1.5 grados centígrados por encima de la media preindustrial para 1850-1900, la comunidad internacional enfrenta una situación climática crítica.
El secretario general de la ONU, Antonio Gutierrez, alertó sobre la gravedad de la situación al afirmar que «nuestro planeta acaba de soportar el verano más caluroso jamás registrado. El colapso climático ha comenzado». Estas palabras resaltan la urgencia de abordar el cambio climático y sus devastadoras consecuencias.
El Servicio de Cambio Climático Copernicus informó que las temperaturas globales de la superficie del mar alcanzaron niveles sin precedentes por tercer mes consecutivo. Además, la extensión del hielo marino antártico se encuentra en un mínimo histórico para esta época del año. Estos datos subrayan la magnitud del cambio climático y sus impactos en los océanos y los polos de la Tierra.
Los especialistas de la ONU señalaron que el hemisferio norte ha experimentado repetidas olas de calor y devastadores incendios forestales, mientras que la temperatura del mar continúa aumentando. Sin embargo, advirtieron que aún no se ha visto el impacto total de este evento, lo que sugiere que las consecuencias del cambio climático podrían intensificarse en los próximos años si no se toman medidas inmediatas y significativas.
El informe de la ONU subraya la necesidad urgente de adoptar políticas y acciones para reducir las emisiones de gases de efecto invernadero, promover la conservación de los ecosistemas naturales y adaptarse a los cambios climáticos inevitables. El llamado a la acción es claro: la humanidad debe unirse en un esfuerzo global para mitigar el cambio climático y proteger nuestro planeta antes de que sea demasiado tarde.
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