En su reciente visita a la Universidad Católica de Lisboa, el Papa Francisco hizo un llamado urgente para abordar el problema del deterioro ambiental. En su mensaje dirigido a los jóvenes, les pidió que no se conformen con soluciones de corto plazo o compromisos ambiguos y tímidos en relación con el cuidado del medio ambiente.
Durante su visita, el Papa participó en la Jornada Mundial de la Juventud (JMJ). Comenzó sus actividades en el mundo académico, visitando la Universidad Católica de Lisboa y pronunciando un discurso a un público de alrededor de 6.000 personas en el campus universitario.
Después de escuchar los testimonios de tres estudiantes, el Papa declaró: «Debemos reconocer la urgencia dramática de cuidar nuestra casa común». Subrayó que este cuidado no puede realizarse sin una transformación interna y un cambio en la visión antropológica que respalda la economía y la política actuales.
«Este es un momento de gran destrucción del planeta», advirtió el Papa Francisco, y añadió que es fundamental «redefinir lo que consideramos como progreso y evolución». En su opinión, el concepto actual de progreso ha permitido una regresión considerable.
El Papa aconsejó a los jóvenes que, aunque poseen las herramientas científicas y tecnológicas más avanzadas, deben evitar caer en la trampa de las visiones parciales. Soñó con que la generación de estos jóvenes se convierta en maestros de la humanidad, la compasión, las oportunidades para el planeta y sus habitantes, y de la esperanza.
Enfatizó la necesidad de una «ecología integral» capaz de captar el sufrimiento del planeta junto al de los pobres. Instó a los jóvenes a abordar conjuntamente los problemas de la desertificación y los refugiados, y a considerar la cuestión de las migraciones al lado de la disminución de la natalidad.
El Papa también señaló la importancia de estudiar economía con el objetivo de restituir a la economía la dignidad que merece, evitando que se convierta en una herramienta del libre mercado desenfrenado y la especulación.
Por último, advirtió contra el uso de la universidad para perpetuar el actual sistema elitista y desigual del mundo, en el que la educación superior es un privilegio para unos pocos. Después de su visita a la sede del movimiento Scholas Occurrentes, el Papa participará en la ceremonia de apertura de la JMJ en el Parque Eduardo VII, donde se espera que sea recibido por cientos de miles de jóvenes de todo el mundo.
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