Redacción: Naomi Vargas
Una empresa suiza ha logrado lo impensable: reciclar acero utilizando solo energía solar. Con un sistema de 500 espejos que alcanzan temperaturas extremas, Panatere marca un nuevo rumbo en la industria relojera y abre la puerta a un futuro más limpio en la producción de metales.

En Suiza, un país reconocido por la precisión de su relojería, la empresa Panatere ha dado un paso histórico hacia la sostenibilidad al presentar el primer acero reciclado con energía solar. Este avance no solo redefine la industria relojera, sino que también representa un ejemplo claro de cómo las energías renovables pueden transformar los procesos industriales más exigentes.
A través de un horno solar compuesto por 500 espejos cóncavos, la compañía logra concentrar los rayos del sol y alcanzar temperaturas de hasta 2,000 °C, suficientes para fundir acero en menos de dos horas. Todo el proceso prescinde de combustibles fósiles, eliminando por completo las emisiones de carbono asociadas a la fundición tradicional.
El sistema, instalado en La Chaux-de-Fonds, permite que los residuos metálicos generados durante la fabricación de relojes sean reciclados y reutilizados localmente, reduciendo así las importaciones de acero y fortaleciendo la economía circular. Este ciclo cerrado de materiales no solo favorece al medio ambiente, sino que también otorga mayor autonomía energética e industrial al país. Para Raphaël Broye, director de Panatere, la iniciativa es más que un logro tecnológico: “Estamos demostrando que la innovación no necesita depender del petróleo, sino del ingenio humano y de los recursos naturales que tenemos a nuestro alcance”.
La empresa prevé que, para 2028, su planta produzca 1,000 toneladas de acero solar al año, con el objetivo de expandir el modelo a otros metales y sectores industriales. Este enfoque pionero podría aplicarse también en áreas como la aeronáutica, la automotriz o la arquitectura sostenible, marcando un precedente mundial en la adopción de energías limpias para la metalurgia.
El Museo Internacional de la Relojería, también en La Chaux-de-Fonds, ya exhibe las primeras barras de acero solar como símbolo de una nueva era en la relación entre tecnología y sostenibilidad. Suiza, conocida por su precisión, ahora también puede presumir de su compromiso con un futuro más verde.
En un contexto global donde la crisis climática exige soluciones urgentes, la hazaña de Panatere demuestra que la transición hacia energías renovables es posible incluso en los procesos más demandantes. Este primer acero solar no solo brilla por su pureza, sino también por la promesa de un mundo industrial libre de emisiones.
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