Redacción: José Sahagún

En las últimas tres décadas, los glaciares antárticos han mostrado un retroceso acelerado, fenómeno que tiene profundas implicaciones para el planeta. Cambios en las temperaturas del aire y el océano, modificaciones en los patrones de precipitación y calentamiento submarino son algunos de los factores que explican por qué masas de hielo que parecían estables ahora se están reduciendo rápidamente.
¿Qué está provocando este retroceso?
Uno de los motivos principales es el calentamiento oceánico. A medida que aguas más cálidas penetran bajo las plataformas de hielo y las lenguas glaciares que flotan en el mar, ocurre una fusión desde abajo que debilita la base del glaciar. Este proceso, combinado con temperaturas atmosféricas al alza, genera un adelgazamiento general del hielo. Además, aumenta la escorrentía de agua de deshielo que fluye por debajo de las capas de hielo, haciéndolos más vulnerables y acelerando su pérdida de masa.
Por otro lado, el cambio climático ha alterado los patrones de precipitación: algunas áreas han visto disminuciones en las nevadas que normalmente comparten la carga de regeneración de hielo, mientras que otras han tenido lluvias más frecuentes que no compensan la pérdida glacial.
Consecuencias a escala global
El retroceso glacial no es un fenómeno aislado. A medida que los glaciares pierden masa, contribuyen directamente al aumento del nivel del mar, lo que amenaza a comunidades costeras, ecosistemas costeros y puede provocar inundaciones más frecuentes.
En Antártica, algunas plataformas de hielo que actúan como barreras naturales para frenar el flujo de los glaciares hacia el océano se están adelgazando o fragmentando. Cuando estas barreras ceden, los glaciares pueden avanzar hacia el mar más rápido, incrementando su contribución al alza del nivel global del mar.
También se espera que este fenómeno tenga impactos en el equilibrio climático del planeta: menor reflexión de luz solar (ya que menos hielo significa menor albedo), alteraciones en corrientes oceánicas y posibles cambios en los patrones de tormentas y precipitación a nivel mundial.
¿Se puede revertir la tendencia?
Científicos coinciden en que las medidas para frenar las emisiones de gases de efecto invernadero, reducir la contaminación y proteger ecosistemas marinos son urgentes. En algunos estudios recientes se han observado señales de que ciertos glaciares podrían estabilizarse si las temperaturas se mantienen relativamente constantes, pero esto requiere acción rápida y coordinada a nivel global.
El retroceso de los glaciares antárticos en los últimos 30 años es una advertencia clara: si no se actúa, los efectos serán crecientes y, en muchos casos, irreversibles. Cada fracción de grado de calentamiento cuenta, y cada año sin medidas robustas agrava la situación.

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