Redacción: Guicel Garrido
En las áreas que se han vuelto más cálidas y secas, los árboles de los bosques de ribera están perdiendo terreno, mientras que los árboles mejor adaptados a las sequías, como el pino carrasco, se están expandiendo. En las zonas más frías y húmedas, especies como el haya y el roble de hoja grande, están ganando terreno, mientras que aquellas que no toleran bien la sombra están disminuyendo.
Los investigadores han descubierto que las raíces fuertes y las hojas de bajo coste de producción son características que permiten a ciertas especies tener mayor resiliencia climática. Según el estudio, que ha analizado casi setenta especies, se ha observado un aumento de densidad forestal en toda la península debido al abandono de prácticas agrícolas y silvícolas en las últimas décadas, lo que ha permitido la recuperación de los bosques, pero con una nueva distribución de especies debido al cambio climático.
Esto quiere decir que las especies con características como raíces fuertes o hojas de fácil producción son las que más se están expandiendo. Por ejemplo, en áreas cada vez más cálidas y secas, el pino carrasco y el alcornoque, están ganando terreno debido a su tolerancia a altas temperaturas y sequedad.
