Actualidad

El suelo también tiene su día y razones de sobra para celebrarlo

Redacción:  Hena M. Andrés Cuevas  

Bajo nuestros pies ocurre más vida de la que imaginamos. El Día Mundial del Suelo busca recordarnos que cuidar esa delgada capa de tierra es cuidar nuestro propio futuro. 
El suelo

Cada 5 de diciembre se celebra el Día Mundial del Suelo, una fecha que puede pasar desapercibida entre tantas conmemoraciones ambientales, pero que en realidad nos recuerda algo fundamental: sin suelo sano, no hay vida. Este día fue establecido por la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO) con la idea de crear conciencia sobre la importancia de cuidar el suelo, un recurso que, aunque está justo debajo de nuestros pies, muchas veces ignoramos por completo. 

El suelo es mucho más que tierra. Es un sistema vivo lleno de microorganismos, minerales y materia orgánica que hacen posible casi todo lo que conocemos. De ahí proviene cerca del 95 % de los alimentos que consumimos. Cada planta, fruta o verdura que llega a nuestra mesa depende directamente de la calidad del suelo donde creció. Además, actúa como filtro natural del agua, almacena carbono, regula el clima y es el hogar de miles de especies de insectos, hongos y bacterias que mantienen el equilibrio del ecosistema. En un solo gramo de suelo sano puede haber más organismos que personas en el planeta. 

A pesar de todo esto, los suelos del mundo están en problemas. La FAO estima que más de una tercera parte de ellos ya se encuentra degradada por la erosión, la deforestación, la contaminación, el uso excesivo de fertilizantes y la expansión urbana. Cada vez que un bosque se convierte en zona agrícola o una pradera en estacionamiento, el suelo pierde su capacidad de regenerarse. Cuando eso ocurre, no solo baja la producción de alimentos: también se altera el ciclo del agua, se pierden nutrientes, se libera carbono a la atmósfera y se acelera el cambio climático. 

El lema del Día Mundial del Suelo de este año es “Cuidar los suelos: medir, monitorear y gestionar”.  

La idea es sencilla: no se puede cuidar lo que no se conoce. Por eso, tanto los gobiernos como los agricultores y las comunidades locales están llamados a medir la salud del suelo, conocer su nivel de fertilidad y tomar decisiones para recuperarlo antes de que sea demasiado tarde. Y aunque suene lejano, también desde casa podemos hacer algo: reducir el uso de productos químicos, hacer compostaje con los restos orgánicos, plantar especies que protejan la tierra y apoyar proyectos que promuevan prácticas sostenibles. 

Hablar del suelo no es algo aburrido ni técnico, es hablar de nosotros mismos. Si el suelo se agota, también lo hace nuestra capacidad de alimentarnos, de tener agua limpia o de mantener un clima estable. Por eso, aunque no seamos expertos ni agricultores, todos tenemos algo que ver. Al final, el suelo no es solo “tierra”, es la base de la vida en el planeta. Cuidarlo no debería ser una fecha en el calendario, sino una costumbre diaria, porque la salud del suelo es, en realidad, la salud de todos nosotros. 

image 121

¿Te gustó nuestra nota? ¡Contáctanos y deja tu comentario! AQUÍ

Conoce nuestra red ANCOP Network AQUÍ

noviembre 2025
DLMXJVS
 1
2345678
9101112131415
16171819202122
23242526272829
30 
Movilidad
Facebook
X (Twitter)
YouTube
Instagram
Tiktok