El bambú, una planta originaria de regiones tropicales y subtropicales, ha demostrado ser una solución prometedora en la búsqueda de cultivos sostenibles y saludables. Investigadores de la Facultad de Agronomía de la Universidad de Buenos Aires (FAUBA) han revelado que los brotes de bambú contienen compuestos antioxidantes valiosos, lo que abre nuevas posibilidades tanto para la nutrición humana como para la sostenibilidad en la producción de alimentos.
El bambú es conocido por su capacidad de crecimiento rápido y regeneración sin necesidad de replantación. Este recurso natural no solo es útil en la construcción y fabricación de muebles, sino que también tiene aplicaciones en la industria alimentaria y química. Las hojas de bambú se utilizan como forraje para el ganado, los tallos pueden convertirse en biocarbón para la remediación de suelos y aguas contaminadas, y sus paredes celulares pueden emplearse en la fabricación de bioplásticos y otros materiales sostenibles.
El estudio de la FAUBA se centró en las especies Phyllostachys aurea y Guadua chacoensis, y los resultados fueron publicados en la revista científica Carbohydrate Polymers. Los científicos descubrieron que los brotes de estas especies contienen xilooligosacáridos (XOS), azúcares con propiedades antioxidantes que son esenciales para la salud humana. Estos antioxidantes protegen las células de los daños causados por los radicales libres y son importantes para prolongar la frescura y vida útil de los alimentos.
Además de sus propiedades antioxidantes, los XOS actúan como prebióticos, estimulando la flora intestinal y mejorando los procesos digestivos. Esto los convierte en un componente valioso para la industria alimentaria, ya que pueden utilizarse para elaborar alimentos con alto valor agregado y una mayor vida útil. El bajo costo de producción del bambú, debido a su rápido crecimiento, también lo convierte en una opción económicamente viable y respetuosa con el medio ambiente.
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