Redacción: Regina De Quevedo
La migración de especies es un viaje colectivo o fenómeno natural que ocurre en distintos lugares del mundo dependiendo del clima, disponibilidad de alimento o para asegurar su reproducción.
La migración implica una planificación de movimientos o desplazamientos de un sitio a otro que lleva a los animales a salir de sus hábitats familiares. Algunas especies que migran son: las aves, mamíferos marinos, insectos y algunos peces que recorren largas distancias para alimentarse.
Pero ¿qué pasa con las especies que se quedan atrás? Es importante conocer el propósito de estos desplazamientos para entender cómo los animales son capaces de desplazarse de un lugar a otro, pero también es necesario conocer las situaciones a las que se enfrentan los que no logran migrar.
Recordemos que el cambio climático puede influir para que diversos animales se queden sin hábitat o alimento y eso los lleva a recorrer largos viajes, cruzar continentes y a hacer numerosas paradas en el camino. Los animales migran en distintas épocas del año, dependiendo de la razón. Por ejemplo, los mamíferos marinos nadan miles de kilómetros en el océano para conseguir alimento y encontrar zonas de reproducción. De igual forma, las aves recorren muchos kilómetros desde regiones del norte, en épocas de otoño, para pasar el invierno en lugares más cálidos. Los insectos caminan o vuelan entre distintas regiones en busca de una estancia y recursos favorables.
Sin embargo, no todas las especies logran completar estos viajes, ¿quiénes se quedan atrás? La migración otoñal o primaveral puede estar llena de peligros, riesgos y desafíos. Los animales necesitan suficientes reservas para llegar a su siguiente parada y, finalmente, a su destino final. De igual modo, su condición física y capacidad puede verse afectada al recorrer largos tramos en el agua o aire, en las cuales pueden llegarse a enfrentar a lluvias, depredadores o cambios en el clima. Quienes no se alimentan lo suficiente pueden debilitarse en el camino. Todos estos factores representan un peligro para ellos, lo que lleva a los animales a no completar su viaje y poner en riesgo su vida.
La actividad humana también repercute en que estos viajes no puedan ser logrados. Para que existan hábitats más saludables para ellos, es necesario que los parques locales, áreas silvestres, parques nacionales y las áreas protegidas de propiedad privada cuenten con protección y mantenimiento para asegurar que la migración sea exitosa.
Por lo tanto, la migración es uno de los fenómenos naturales más importantes, ya que diversos animales aseguran su supervivencia en cambios estacionales o ambientales. Este papel les permite acceder a recursos que podrían no estar disponibles en su hábitat actual, favorecer su reproducción en lugares más seguros y mejorar las condiciones de vida para las futuras generaciones.
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