Cambio climático

Fenómenos extremos: Científicos confirman vínculo directo e innegable con el cambio climático  

Si últimamente sientes que el clima está más impredecible y que los desastres naturales como olas de calor, inundaciones y tormentas son cada vez más frecuentes y fuertes, no es una simple percepción. Científicos de todo el mundo ahora tienen una certeza sin precedentes: la actividad humana, principalmente la quema de combustibles fósiles, está directamente relacionada con la creciente intensidad y frecuencia de los fenómenos meteorológicos extremos que vivimos hoy en día. 

Hace apenas una década, los expertos podían sospechar que eventos como un huracán poderoso o una sequía prolongada eran más graves debido al cambio climático, pero les costaba precisar exactamente cuánto influía. Hoy, gracias a la combinación de inteligencia humana, modelos avanzados, datos precisos y supercomputadoras, la “huella climática” en muchos de estos grandes eventos meteorológicos se está calculando con rapidez y claridad. 

Esta ciencia de la “atribución” no afirma que el cambio climático cause cada evento individual, sino que demuestra en qué medida lo ha modificado, haciéndolo más probable o más intenso de lo que habría sido en un mundo sin la influencia humana. Los datos son contundentes: se han estudiado más de 400 fenómenos extremos, y el vínculo con los gases de efecto invernadero es innegable. 

El aumento de la temperatura del aire y de los océanos es un factor clave que ha empeorado muchos desastres recientes. Las olas de calor, por ejemplo, que antes ocurrían cada 10 años en la era preindustrial, ahora son tres veces más frecuentes y significativamente más calientes. El verano de 2023 en el suroeste de Estados Unidos, con temperaturas muy por encima de lo normal, fue cinco o más veces más probable por el cambio climático. En Europa, olas de calor recientes han sido hasta 1°C más altas y mucho más probables, causando miles de muertes, especialmente entre la población mayor. En África, se espera que estas tendencias se incrementen aún más rápido. 

Pero no es solo el calor. Las precipitaciones totales en huracanes importantes han sido entre 4 y 15 veces más intensas de lo que habrían sido en un planeta más frío. Eventos de lluvia masiva, como el ocurrido en Dubái en abril de 2024, se volvieron el doble de probables con el clima actual. Esto se traduce en inundaciones más extensas y costosas. Ciudades como Toronto y Montreal, donde grandes inundaciones ocurrían cada siglo, ahora las esperan cada 15 años. 

Los expertos subrayan que conectar rápidamente estos eventos con los gases de efecto invernadero ayuda a la gente a darse cuenta de que el cambio climático no es “un problema de nuestros hijos o nietos”, sino que está afectando “cosas importantes ahora mismo”. La vida cotidiana ya es diferente. 

Los científicos explican que es como si el sistema climático de la Tierra, antes relativamente equilibrado, ahora estuviera “amañado” o “sesgado”. La cantidad extra de carbono en la atmósfera inclina la balanza hacia condiciones meteorológicas más extremas, lo que significa que tendremos “menos suerte” con el clima más seguido de lo que habríamos tenido hace un siglo. 

La ciencia es clara y las pérdidas en vidas humanas y bienes van en aumento. Se esperan más catástrofes si no se reducen drásticamente las emisiones de carbono. Evitar los daños más catastróficos aún es posible, pero requiere acción inmediata.