Redacción: Marlone Serrano
En el marco del Foro ABC para un México Sustentable, el Panel 8, titulado “Financiamiento para la acción climática, la conservación y el aprovechamiento sustentable en México”, reunió a especialistas en sostenibilidad financiera para discutir el papel crucial del financiamiento en la transición hacia una economía baja en carbono.
El debate se centró en el triple desafío que enfrenta América Latina y el Caribe: la crisis climática, el sobreendeudamiento y la desigualdad estructural. Desde distintas trincheras —gobierno, banca y sociedad civil—, los panelistas coincidieron en que reformar el sistema financiero es clave para responder con eficacia y justicia al cambio climático.
La especialista Janeth Ugalde, experta en finanzas para la transición energética, advirtió que “el cambio climático ya no es un riesgo a futuro, es una realidad presente que amenaza vidas, economías y ecosistemas”. Criticó que México destine apenas el 0.37% de su presupuesto a acciones climáticas, mientras que más del 10% se orienta a sectores contaminantes. “Estamos financiando más la crisis que la solución”, sentenció. Llamó a construir arquitecturas financieras incluyentes y justas, que prioricen la resiliencia y no perpetúen el modelo extractivo.
Desde el sector bancario, Adriana Salazar, gerente de sostenibilidad de BBVA México, subrayó que su institución ha elevado su meta de financiamiento sostenible de 100 mil a 700 mil millones de euros hacia 2025. “Financiar un hospital, una red de transporte eléctrico o un sistema agrícola regenerativo es también hacer sostenibilidad”, explicó. Sin embargo, reconoció que el mayor reto no está en el capital disponible, sino en transformar la lógica institucional. “Lo más difícil de la transición no es el financiamiento: es cambiar la forma de pensar y de operar de nuestras instituciones”, afirmó.
El Dr. Jesús Alan Elizondo, director general de FIRA, abordó los retos del financiamiento para pequeños productores, quienes enfrentan las mayores vulnerabilidades ante el cambio climático. “El sistema financiero no está diseñado para atender fácilmente al productor más vulnerable”, sostuvo. Detalló que FIRA, como banca de desarrollo, trabaja con intermediarios locales para diseñar esquemas de crédito adaptados, asistencia técnica y seguros paramétricos accesibles. Enfatizó: “Lo más urgente es no dejar atrás al pequeño productor, porque ahí es donde más pega el cambio climático”.
El panel concluyó con un llamado a rediseñar el sistema financiero con enfoque de justicia social, ambiental y fiscal. Los participantes coincidieron en que sí existen las herramientas para avanzar, pero lo indispensable es voluntad política, coherencia fiscal y un enfoque inclusivo que no deje a nadie atrás en la transición.
Este panel dejó claro que el financiamiento no es solo un tema de cifras, sino de prioridades, visión de país y futuro compartido.
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